Max Ávila
*El autor es Premio Nacional de Periodismo 2016.
Cd. Victoria, Tamaulipas.- Ya sabéis que el tricolor se abre a la posibilidad de postular “simpatizantes” como candidatos a los diversos cargos de elección y más concretamente a la presidencia de la república. En este sentido hasta el más ignorante de los mexicas supondrá que significa el primer paso rumbo a su desaparición. Y es que si no cuenta con militantes que merezcan tal distinción entonces, ¡para qué jijos sirve!, digo yo.
Sea que el PRI ya no confía ni en los de su familia por lo cual decide alquilar la franquicia en espera de que le vaya mejor lo cual también está de dudarse cuando pareciera que el enfermo se encuentra en su etapa terminal.
El asunto es que coloca en venta de garaje las candidaturas con la intención de “ganchar” al que se deje. En el caso de la presidencia pareciera que José Antonio Meade Kuribreña no resistirá la seducción. Y es que todo se inclina para que el secretario de Hacienda sea postulado dado que es el menos comprometido con los grupos de interés y es un cristiano que lo mismo sirve al panismo que a los priistas y pue-que al mismito demonio si se lo pidiera en buena onda. (En este punto se recuerda el chiste del diablo de la pastorela, incontable aquí en razón de sus majaderías e irreverencias…dejadlo a la imaginación).
Lo cierto es que lo que resta de la maquinaria tricolor estaría disponible para Meade mucho antes de que finalice el año porque al PRI le urge salir a terreno y rescatar algo de lo que el sexenio presente sepultó. Algunos desesperados suponen que el candidato oficial podría estar listo a partir de octubre y es probable siempre y cuando funcione la disciplina partidista o mejor dicho, el sometimiento a la orden presidencial
Eso de la disciplina interna está en idioma oriental ya que siguen siendo demasiados los intereses encontrados y escasos los ánimos de llegar a acuerdos que otorguen prestancia y solvencia a la palabra presidencial. Es decir que no fácilmente aceptarán a un burócrata sin convicciones políticas.
Usted dirá que ha sucedido y que son varios los ex presidentes que desempeñaron el cargo sin la experiencia de algún cargo de elección. Tiene razón pero no es lo mismo porque su identificación siempre fue con el tricolor lo cual no sucede con Meade por los motivos expuestos y otros más.
La verdad es que a la apertura del PRI le han puesto el nombre y apellido del secretario de Hacienda, según ciertos “analistas” con fama de bien informados y pronto nos daremos cuenta si estuvieron acertados.
En concreto, el partido oficial renuncia al poder. Ya no le interesan los cargos de elección, ni siquiera la presidencia de la república, por ello es que busca “simpatizantes” que puedan revalorar su franquicia…hasta ha de creer.
SISTEMA EN ACCION
El poder actúa conforme a la costumbre. En los últimos días los mexicas han sido bombardeados por información de fácil acceso al sentimiento popular. Las acusaciones contra Rafita Márquez y Julión Álvarez podrían provocar hasta suicidios colectivos porque sin duda son adorados por la fanaticada, pero eso es lo de menos cuando se trata de encubrir acciones que tienen que ver con el prestigio del sistema.
En estas circunstancias este jueves nos enteramos que un juez federal suspendió varias órdenes de aprehensión contra Javier Duarte dictadas en Veracruz. Así, de golpe y porrazo como si no estuviera en juego el patrimonio social. Entre otras las relacionadas con abuso de autoridad, peculado y tráfico de influencias. Uno se pregunta, ¿y los miles de millones de pesos desaparecidos por el ex funcionario y al parecer también por su esposa Karime Macías de acuerdo a lo denunciado por el actual gobernador?.
¿El escándalo relacionado con Rafita y Julión es otra de las distracciones que suele utilizar el supremo gobierno cuando se trata de proteger a uno de sus consentidos?. No olvidéis que a Duarte el ejecutivo federal lo ponderó como “uno de los nuevos y grandes valores de la política”, al lado de otros ex gobernadores exhibidos ahora en el arte de la corrupción que las malas lenguas sitúan como “mecenas” de las más importantes campañas del tricolor.
A Javier Duarte le restan dos delitos que han de “trabajarse” a nivel federal. Tratase de lavado de dinero y delincuencia organizada, pero esos “ahí como quiera con otro escandalito”. Sea que el ex gober está cerca de su exoneración….¡Chingao y luego no quieren que a uno le ente el sentimiento!.
SUCEDE QUE
Oiga qué buena la “balconeada” al alcalde victorense Oscar Almaraz Smer al obligarlo a hacer público su gasto en comunicación social y hasta con nombres y apelativos. Otro escándalo que aunque doméstico no dejará de producir consecuencias. Ni pregunte por dónde vino la presión para tamaña exhibidota que podría condicionar la permanencia de Oscar en política. A esto se suman las críticas relacionadas con el “apapacho” a Eduardo García Fuentes a quien sorpresivamente convirtió en segundo síndico y hace algunas semanas en “afortunado ganador” de un coche rifado por el ayuntamiento entre quienes cumplieron a tiempo con el pago del predial.
Y hasta la próxima.
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