Max Ávila
* El autor es Premio Nacional de Periodismo 2016.
Cd. Victoria, Tamaulipas.- Ante la comisión respectiva del Congreso de la Unión, el secretario de Comunicaciones y Transportes respondió como lo hizo aquel líder obrero a quien sus compañeros reclamaban el escandaloso tren de vida con el cual se conducía a costa de las cuotas sindicales.
Es el viejo chiste donde al dirigente exigían respuestas favorables y no evasivas y pretextos que solo posponían la solución de la problemática laboral. Y aquel dirigente se defendía más o menos así:
-Ustedes creen que es muy fácil abandonar la familia, hospedarse en hoteles de lujo con riesgo de agarrar una enfermedad por el aire acondicionado o alimentarse en restaurants donde a uno le sirven comidas exóticas que quién sabe qué contengan. Y luego acudir a esos bares con la obligación de tomar bebidas extranjeras y no es todo porque hay que comprar ropa cara y perfumes importados para que ustedes se sientan orgullosos y bien representados por su servidor, despertando la envidia de otras organizaciones que traen a sus dirigentes muertos de hambre y dando lástimas comiendo y durmiendo como pordioseros.
Y qué me dicen cuando viajo en avión con peligro de perder la vida. ¿Y qué tal cuando me veo en la necesidad de dormir con mujeres que ni conozco con las que hay que ser generoso para que se hable bien de nuestro sindicato?. Todo esto es un sacrificio que parecen no agradecer”.
-¡Pos renuncia! -alguien gritó desde el fondo del salón.
-Eso quisieran los enemigos del proletariado, pero irresponsable ¡jamás!
En forma parecida respondió Gerardo Ruiz Esparza cuando este martes compareció ante la representación popular respecto de las culpas que le merecen por la fraudulenta construcción del tristemente célebre “paso exprés” de Cuernavaca que provocó dos muertes y cuantiosos daños.
Y es que legisladores del PAN, PRD y MORENA exigieron su renuncia señalándolo como el principal culpable del “socavón” que dejó al descubierto una serie de “transas” de las que es de suponer, no es ajena la SCT ni su titular.
El funcionario argumenta que sería irresponsable “abandonar el barco” a estas alturas del sexenio “y con mayor razón cuando la dependencia no construyó la obra sino una empresa privada”.
EL ARTE DE “LAVARSE LAS MANOS”
En este caso Ruiz Esparza precisa que su tarea se concreta a señalar los hechos ante la Secretaría de la Función Pública aportando la información necesaria a efecto de deslindar la responsabilidad tanto de la empresa en cuestión como de funcionarios que tuvieron la obligación de garantizar la buena construcción del citado “paso exprés”. ¡Haga usted el recabrón favor!. El tipo “se lava las manos” y pretende resultar el más inocente de todos tratando de engañar a una opinión pública que desde hace tiempo tiene conocimiento de los diversos escándalos que lo involucran.
Ruiz Esparza cree que los mexicas somos tontos de ahora como para olvidar sus antecedentes y las sospechas que arrastra desde que ocupó el cargo equivalente en el estado de México al lado del entonces gobernador Enrique Peña Nieto.
Sin embargo ha sido el escándalo del “socavón” de Cuernavaca que dibuja su irresponsabilidad en toda su magnitud. Obvio, difícil que renuncie porque cuenta con el respaldo del ahora presidente de la república. En este sentido usted dirá que causa más daño a su amigo manteniéndose en el cargo porque significa un clavo más al ataúd del PRI y tiene razón pero, ¿qué quiere?, así piensan quienes suponen que el poder es para siempre.
CONGRESO, TAREA PENDIENTE
Hay que insistir sobre la necesidad de que el congreso local dictamine sobre la eliminación del fuero a funcionarios tal como ha sucedido en diversos estados. Esto incluye la suspensión de cuantiosas pensiones no solo para quienes han desempeñado ciertos cargos públicos sino para familiares de algunos fallecidos.
El absurdo llega al colmo cuando una de estas últimas prerrogativas tiene relación con un candidato a gobernador desaparecido en circunstancias violentas.
Hay que insistir digo, porque mantener vigente el fuero y sus consecuencias de índole económico conduce a situaciones injustas y por demás carentes de igualdad social.
En este sentido el escribidor duda que los legisladores lo entiendan en toda su magnitud pero bueno al menos debieran intentarlo si es que no desean ser recordados como la mayoría, por no decir todos los que han transcurrido por el congreso local. Sea con el clásico y sonoro saludo de la raza de sol.
Recordad la máxima de que la diputación dura solo tres años pero la vergüenza toda la vida… Ahí te hablan Carlos García González.
SUCEDE QUE
Ni con todo su colmillo Pepe Murat logró meter al orden a dos que tres aspirantes a dirigir el CDE tricolor. ¿Acaso se confirma eso de que el PRI volvió a sus orígenes, allá cuando la fuerza bruta se alquilaba al mejor postor?.
Y hasta la próxima.
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