Oscar Jiménez
Cd. Victoria, Tamaulipas.- El Grito de este 2017 fue una ceremonia histórica para los tamaulipecos, pero en especial para los victorenses.
Y es que el simple hecho de que Ciudad Victoria sea la sede de los tres poderes del Estado de Tamaulipas la instalan en el palco principal para ver lo que acontece en la vida política estatal.
Llegó el día en que vimos que un gobernador que no es del PRI tomó en sus manos el lábaro patrio y lo ondeó ante la mirada atenta de los cientos y cientos de victorenses (y de la zona centro del Estado) que se dieron cita la noche del 15 de septiembre para ver El Grito.
La ceremonia fue bonita, vistosa desde todos los ángulos, destacando cómo adornaron el palacio estatal, y como siempre los fuegos artificiales protagonizaron la noche después del sonido de la campana. Y la música tampoco faltó.
Francisco García Cabeza de Vaca salió al balcón y gritó la arenga independentista. A nuestros oídos llegaron los nombres de los héroes de la independencia. Voz fuerte y clara y la postura erguida. Bien.
La gente estuvo contenta y nadie, pero nadie hizo mención de colores partidistas. No cabe duda que en los festejos nacionales todos los tamaulipecos nos sabemos unir para dar ejemplo de unidad.
Eso fue en la plaza del 15 Juárez, frente a las escalinatas del Palacio del Gobierno del Estado que se convirtieron un año más en el balcón de la independencia en Tamaulipas.
Y adentro de palacio, en el patio central, los invitados llegaron puntuales a la cita con el gobierno de Francisco García Cabeza de Vaca que demostró que la atención es para todos sin importar colores o actividad productiva.
Después de El Grito el gobernador de Tamaulipas regresó al patio de palacio acompañado de su señora esposa Mariana Gómez de García Cabeza de Vaca.
Ya en el patio central, el gobernador fue saludando a sus invitados mesa por mesa, tomándose fotos y siempre de buen humor, sonriendo. Los presentes opinaron que estuvo muy agradable.
Pero no vayan a creer que le dedicó tiempo solamente a los que están cerca de su ideología partidista, no, que va, incluso platicó largo y tendido con priístas como Enrique Cárdenas del Avellano que es concesionario de radio en la capital del estado.
Una vez que saludó en cada una de las mesas instaladas en el patio de central de palacio de gobierno estatal, Francisco García Cabeza de Vaca regresó a la mesa donde estaba el concesionario de la industria de la radio Enrique Cárdenas del Avellano y su señora esposa.
El gobernador se sentó y estuvo platicando con el hijo del ex gobernador de Tamaulipas. Ambos se tomaron un whisky, bueno, Enrique se tomó también un tequila.
La cena celebrada en Palacio de Gobierno del Estado con motivo de El Grito de Independencia tuvo el siguiente menú:
Al centro de la mesa hubo una especie de botana de guacamole y totopos. La entrada fue una ensalada de espinacas con cabrito desmenuzado encima. El plato fuerte fue chiles en nogada con arroz verde con plátano frito, y el postre pastel de chocolate y pay de limón.
Las bebidas servidas fueron whisky, vino tinto, tequila y mezcalina con jamaica. Y los arreglos de mesa fueron multicolores con tela de rebozo y sobre las cabezas de todos, como colgando del techo, unos arreglos de colores muy vistosos.
Todo estuvo bien. Ninguna queja de los invitados, incluso vieron bien que los secretarios del gabinete estatal se portaran con perfil bajo, y dejaran que el protagonista de la noche fuera, como debe ser, el gobernador constitucional de Tamaulipas Francisco García Cabeza de Vaca.
MAQUIAVELITO
…Ya dio El Grito un gobernador panista en Tamaulipas. ¡No se cayó el mundo como auguraban los priístas! La ceremonia fue excelente, los ciudadanos contentos y vitorearon a los héroes de la independencia junto al gobernador de todos los tamaulipecos.
Discussion about this post