Max Ávila
*El autor es Premio Nacional de Periodismo 2016
Cd. Victoria, Tamaulipas.- Quienes padecimos el terremoto del 85 en la capital del país sabemos de lo que se está hablando, es decir, de la solidaridad social que ahora como entonces se manifiesta a plenitud. Y es que la fraternidad respondió de inmediato no así el supremo gobierno que lo hizo siete horas después. Sea hasta que se pusieron de acuerdo las distintas autoridades, incluso entre las fuerzas armadas. En este sentido y con la tragedia encima los medios de comunicación mostraron evidencias de que los mandos no estaban definidos con claridad.
Por otra parte la entrevista hecha al presidente Peña en pleno vuelo de regreso a la CDMX fue indicador de que carecía de información actualizada lo que hace suponer que sus allegados no se atrevían a hablarle con la verdad, o quizá ni ellos sabían de lo grave de la situación.
Lo cierto es que la solidaridad mexica fue determinante en las inmediatas horas después del sismo evitando más víctimas. Eso es indiscutible con todo el desorden y la desesperación propia de la urgencia por ayudar.
De manera que la parte oficial tardó horas en reaccionar lo cual demuestra una vez más que las autoridades no están preparadas para desastres de esta naturaleza. Una clara irresponsabilidad fue que la alarma sísmica sonó ya cuando el terremoto estaba presente. La increíble explicación del director de Protección Civil de la secretaría de Gobernación Ricardo de la Cruz Musalem, fue que el sistema había sido proyectado para detectar solo fenómenos a larga distancia y no a corta como ahora sucedió toda vez que el epicentro fue situado entre Morelos y Puebla.
Dicho descuido provocó que muchas personas quedaran atrapadas tal cual sucedió con alumnos y maestros del colegio “Enrique C. Rébsamen” donde decenas de pequeños perdieron la vida. Hecho este impactante para la república.
En los momentos en que se escribía esta columneja estaban registrados de manera oficial 220 defunciones en la CDMX y entidades afectadas por el fenómeno. Existían por otra parte un número indeterminado de heridos y desaparecidos e incalculables daños materiales. Por supuesto no se puede señalar a nadie como culpable pero de que faltó previsión del gobierno cuando menos en lo elemental, eso-que-ni-que.
Sin embargo, ojo porque el sacudimiento registrado este martes en la capital tampoco es el mega sismo que los científicos esperan con epicentro en el estado de Guerrero el cual consideran que en verdad será devastador…que Dios nos agarre confesados.
PARTIDOS HACEN MUTIS
Organizaciones no gubernamentales exigen que los partidos entreguen una parte de sus prerrogativas a la reconstrucción de zonas afectadas, sobre todo en Chiapas y Oaxaca. Hasta ahora solo MORENA ha respondido. Sea que Alejandra Barrales, Ricardo Anaya, Enrique Ochoa Reza y el resto de dirigentes partidistas no han abierto la boca al respecto, nada más AMLO pese a los señalamientos del INE en sentido de que podría estar violando la ley al destinar recursos para fines diferentes al electoral. ¡Haga usted el recabrón favor!.
En este caso el columnista opina que no solo los partidos debieran regresar algo del dinero que les regalan los contribuyentes sino también los funcionarios de nivel superior de todo el país que ganan las millonadas como si en verdad lo merecieran. Digo si es que en verdad están dispuestos a cumplir con la instrucción presidencial de estar unidos y colaborar con la causa que preocupa a México.
Pero no hay que soñar cuando ya sabemos que el discurso oficial se nutre de simulación. Y ni modo que sea invento.
Dicho lo anterior está claro que la mayoría de las víctimas de los fenómenos recientes quedan en la orfandad. Como el matrimonio de ancianos que al ver destruida su vivienda en Juchitán Oaxaca aceptaron resignados que tendrían que volver a empezar de cero con todo lo que a su edad significa.
Mientras tanto los partidos políticos y camarillas que los dirigen se declaran listos para gastarse alrededor de diez mil millones de pesos en las elecciones del próximo año. ¡Jijos!. (Y luego se hacen los ofendidos porque la raza les recuerda con singular aprecio a sus respectivas madrecitas).
UNIVERSIDAD EN PAZ
El proceso de relevo en la rectoría de la UAT ha sido pacífico gracias en buena medida a la actitud institucional del maestro Enrique Etienne Pérez del Río. Como sabéis Pepe Suárez Fernández es rector electo con la respectiva constancia que así lo avala. Pasaron los tiempos en que su inquietud por crear un sindicato de maestros le costó la salida temporal de la máxima casa de estudios. Ahora es diferente.
Por otra parte y contra lo que se podría suponer, pareciera que Pepe contará con la libertad necesaria para nombrar a su equipo de colaboradores, es decir, sin extraña intervención…pues qué bien y así sea. No olvidar que la UAT sigue siendo el más valioso patrimonio de los tamaulipecos y de que ha costado…ha costado.
Y hasta la próxima.
Discussion about this post