Agencias
Ciudad de México.- «Nunca pensé que tendría que ponerme a escribir palabras semejantes a éstas», así empieza la carta del ex sacerdote Óscar Turrión, en la que confesó que hace años se enamoró de una mujer con quien tuvo dos hijos.
Desde 2014, Turrión era el rector del Pontificio Colegio Internacional Maria Mater Eclesiae de la orden religiosa de los Legionarios de Cristo, a la que renunció tras revelar su vida privada.
«Debido a ciertos hechos en la Congregación de los Legionarios de Cristo y a otros muchos en la Iglesia fui perdiendo lastre y me fui desilusionando», admitió el sacerdote.
«Fue en ese periodo cuando entré en contacto de nuevo con esta mujer y poco a poco me fui enamorando. De esa relación nació primero un hijo y hace unos meses una hija», reconoció.
«Siempre he vivido delante de Dios y es esto, precisamente, lo que ahora me motiva a tocar un tema que ya es parte de mi historia y de mi vida pues son mis hechos y mis acciones».
Aseguró que no usó dinero de sus responsabilidades como rector en el Pontificio Colegio María Mater Ecclesiae y que mantuvo a su familia con donativos de amigos.
«Asumo mi responsabilidad y sin miedo ante el futuro, pongo todo en las manos de Dios y, decidido, seguiré haciendo la verdad en mi vida».
El ex rector reconoció que «por debilidad» escondió este tema; sin embargo, afirmó estar «paz y en armonía con Dios en mi corazón a través del sacramento de la confesión y estoy en paz pues he rezado para pedir luz a Dios nuestro Señor y sincerarme conmigo mismo y con mis superiores».
«Tomé la decisión de dejar el sacerdocio, siendo ya rector en el Mater Ecclesiae y por cariño y respeto a mis compañeros en el Mater y a los seminaristas y a sus obispos, o también por debilidad y vergüenza, no pedí darme de baja en mis responsabilidades. Sí lo hice cuando se terminaba el plazo de tres años para el que fui propuesto como rector. Pido perdón a todos por la falta de confianza que ello supone».
En su misiva, el ex sacerdote pidió perdón por su mal ejemplo y por «el escándalo».
«Escribo estas líneas para poner la responsabilidad sólo en mí y en mis actos. No hago responsable a nadie más que a mí, quiero dejar claridad con este escrito, sincerarme y pedir perdón por el escándalo y oraciones».
«Les pido perdón por hacerlas ahora a ellas conocedoras de mis miserias y caídas».
En un comunicado, la orden de los Legionarios de Cristo dijo ser «consciente del impacto» que creaba el «ejemplo negativo» del caso de Turrión para los seminaristas y los fieles, por lo que aseguró estar comprometida a una renovación.
No es la primera vez que en los Legionarios de Cristo se han visto en algún escándalo que involucre a las autoridades religiosas pues el propio Marcial Maciel, fundador de esta orden, abusó sexualmente de seminaristas y tuvo varios hijos.
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