Luis Torre Aliyán
Cd. Victoria, Tamaulipas.- En su libro: “Mexicanidad y Esquizofrenia”, dice Basave que, el corrupto legal, que es el político que ejerce la deshonestidad con estricto apego a derecho, se asegura de validar en el orden jurídico sus fechorías y sus recursos mal habidos para que sus malquerientes no puedan cobrarle las facturas. Por eso recurren, dice, al consejo de la canción grupera: “que no quede huella”.
Y aunque seguro estoy, estimado lector, que como a mí, también le dio risa la ironía pues resulta inevitable pensar en Guadalupe Esparza; es una realidad y, considero es justo ahí donde radica el gran cambio que estamos viviendo.
Lo aterrizo en el caso Santiago Nieto, el protagonista del polémico caso en donde fue removido -arbitrariamente- de su cargo como titular de la Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos Electorales.
Y es que uno de los temas que investigaba el Fiscal era, nada más y nada menos que, sobre, si de los supuestos sobornos por diez millones de dólares que la empresa Odebrecht había pagado a una red de funcionarios de PEMEX, dirigidos por Emilio Lozoya cuando era director, se habría financiado parte de la campaña del presidente Peña. Esa carpeta de investigación en manos de Nieto representaba un peligro para el grupo de poder al que le quedan algunos meses.
Pero, en caso de comprobarse: ¿Creen que fue la primera vez que dinero ilícito entra en una campaña?
Desde luego que no, hombre. De hecho, de las únicas cosas con las que estoy de acuerdo con Peña Nieto cuando habla de corrupción: es que hoy se palpa más la corrupción por las nuevas fuentes de información y periodismo, pero siempre ha habido en grandes niveles.
El caso Lozoya-Odebrecht es un ejemplo vivo de que aquella melodía que sonaba: “Que no quede huella” de Bronco, que por años y más años disfrutaron aplicándola los corruptos, cada vez se escuchará menos, porque confío en que cada vez será más complicado para quienes quieren encontrar en la política la forma de hacerse millonario.
En fin, el ex Fiscal de delitos electorales Santiago Nieto se desistió de la objeción que había presentado sobre su remoción ante el Senado, es decir, antes de que el Congreso decidiera si se le restituía o no como titular de la FEPADE, él se desistió de la objeción, vía una carta, en la que dijo, no era conveniente continuar con un proceso que polariza a la sociedad y debilita a la institución.
Dicho de otra manera, que prefiere no insistir en el camino legal de su regreso a la Fiscalía de delitos electorales, porque hacerlo no es sano para el proceso electoral del año entrante.
Le dejo un dato:
El jueves 26 de octubre, Nieto, escribió en su cuenta de twitter: “Hoy decidí acudir a medios para hacer un llamado al cumplimiento de la ley. No violé el Código de Conducta, ni ley alguna”.
Un día después, el viernes 27 de octubre, escribió en la misma vía: “14:30 daré un mensaje a los medios de comunicación referente a mi situación con la FEPADE y proceso de objeción ante el Senado”.
El jueves seguro de sí mismo apelaba a la conciencia social y a la sana crítica del Senado, y el viernes avisa sobre su desistimiento…
¿Usted qué opina?
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