Agencias
Houston.- A pesar de que el camino sea complicado, nunca hay que darse por vencido para cumplir los sueños, aunque luzcan imposibles como ganar la Serie Mundial.
El catcher y bateador designado, Evan Gattis, tuvo un camino largo por recorrer pero consiguió su sueño de convertirse en campeón de Grandes Ligas.
Gattis jugó 84 duelos en el 2017, 48 como receptor y 29 como bateador designado y apareció como emergente en siete más. En los playoffs bateó para .267 en 13 juegos.
Pero antes de que levantara la gloria con los Astros, fue repartidor de pizzas y conserje.
Gattis destacó en la preparatoria antes de llegar a Texas A&M y en el 2006 fue diagnosticado con depresión clínica y ansiedad, incluso en el 2007 pensó en suicidarse.
«Estaba en un hospital psiquiátrico. No pude dormir durante toda una semana y sabía que algo andaba mal conmigo, por lo que fui admitido. Estaba muy deprimido y solamente pensaba en suicidarme», dijo al USA Today en el 2013.
Luego de un viaje personal de tres años y medio llegó a Colorado donde trabajó como repartidor de pizzas además de otros trabajos.
También lo hizo en California, Nuevo México y Texas hasta que regresó a su ciudad natal para ser conserje en una empresa de limpieza en Dallas.
Gattis regresó al beisbol en el 2009, donde ingresó a la División II en UT-Permian Basin y ganó un bono de $1000 por firmar con los Bravos en el 2010.
Gatis no había jugado en un nivel más alto que AA, hasta que llegó a los Bravos, donde fue novato en el 2013 y luego de un par de años fue cambiado a los Astros.
Ahora con los Astros conoció la gloria y obtuvo la recompensa de no darse por vencido.
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