Rigoberto Hernández Guevara
Ciudad Victoria, Tamaulipas.- Los dedos se mueven. Figuraciones de luces, reflejos mínimos de un concierto en silencio. Abajo, en las azoteas del tiempo, en el sublime espacio de los seres vivientes, pisamos una estrella.
Los cabellos revueltos escogen su espejo de nubes para mañana. Los trazos de las calles llevan una recta que antes de doblarse tuercen las casas y los grandes árboles que pasan.
Es una convergencia de espacios, el silbido del viento habla con otros. He pensado en la connotación de los elementos que observo, los que pesan en la memoria, y si puedo saber si algún día se recuerdan, como a uno, que de pasar no se cansa.
La memoria no tiene palabras, está hecha de imágenes que adentro cambian de nombre, pero siguen siendo ellas. Más viejas, más hechas o deshechas.
Cuando se construye una soledad, uno mismo busca los elementos de esa aridez, la calle puede ser otra distinta a donde vives y quedar inalcanzable a la vista de los mirones espectadores, la calle es esa imposible a donde quieres llegar y no llegas.
Se construye el espacio donde van los muebles de la intemperie, se construye el silencio mudo, la estancia donde va el olvido, el depósito gigantesco donde van los juegos y las risas de niño.
Cuando es mucho el alarde, habrá tiempo de crear siluetas, dibujar garabatos que den con un rostro o con el perímetro de un desvelo. Los sonidos más angustiosos son gratis por la noche en donde corren los gatos celosos.
Al destapar una hora, se cubre la agenda de humo, no se ve nada hasta que haces un gesto y la vida se escapa, se mueve el reloj a destiempo y empiezas a ver las luces de la oscuridad.
Por un agujero se mezclan los aromas del fierro con la somnolencia del agua en el lavamanos. Juntos, como río y pueblo, abren una botella de hace años y la sonsacan del aire, del fuego, de la tierra, de los labios podridos. Se embriagan y se curan, se sueldan, se abrazan desnudos.
Como si nada pasara todo pasa, como si todo fuese cierto, entonces te enteras, ese todo es nada, lo cierto ya no tiene remedio y esto apenas empieza por la mañana. Nada es cierto. Nada existe, todas son figuraciones al mojarse la cara.
HASTA LA PRÓXIMA.
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