Por Redacción
Cd. Victoria, Tamaulipas.- El escándalo llegó a la sesión ordinaria del cabildo victorense, cuando irrumpieron habitantes de la colonia Tomás Yarrington a exigir obras básicas como electrificación y agua potable.
Dirigidos por Sergio Esqueda Romo, le dijeron no pocas verdades a los síndicos y regidores. Les exigieron que salgan a terreno, que no estén encerrados y tomando agua purificada mientras en aquel sector los niños sufren por falta del vital líquido.
Entre bullas y gritos, en la sala de cabildos fueron enfrentados por un grupo adicto al ayuntamiento encabezados por Benjamín Torres, del barrio Área de Pajaritos.
Sin embargo Esqueda y sus seguidores no respondieron a las agresiones.
Atrás de la mesa de la reunión comenzó a dar lectura a un oficio firmado por el entonces delegado de SEDATU, Sergio Guajardo Maldonado, de fecha 22 de febrero del 2017, en que afirma que las obras solicitadas: pavimentación de la calle Cerro Azul, electrificación, alumbrado, agua potable y drenaje, ya estaban autorizadas para este año, pero no se han realizado.
-¡Fuera¡ ¡Fuera! -comenzaron a gritarle los adictos a la presidencia.
Sin detenerse, el representante de la Yarrington siguió mencionando que, en la información de Guajardo, dichas obras están en la autorización número 28041101 de esa dependencia.
“Señores regidores, ustedes son representantes del pueblo ¿qué está pasando?”, les gritó a los ediles partidistas y sin partido que solo abrían tremendos ojos.
“Ustedes levantaron la mano para aprobar 55 millones, pero vean la gente, a los niños, ustedes están tomando agua de ésta (levantó una embotellada)… Yo les sugiero que vayan a la Tomás Yarrington”, les siguió increpando.
¡Fuera! ¡Fuera!, continuó la gente azuzada por Torres.
El secretario del ayuntamiento, Juan Antonio Ortega Juárez, exigió desde el micrófono: ¡Orden por favor!. Y los ánimos algo se apaciguaron.
Esqueda siguió con su reprimenda para el cuerpo edilicio: “Yo quiero que se asienten aquí las peticiones de la gente, no tienen agua ni drenaje. No debemos negarle el agua la gente. No se encierren aquí”.
En el confort de la sala de cabildos, síndicos y regidores no alcanzaban a comprender los señalamientos.
Otra vez el dirigente del grupo: “Ya están aprobando lo del 2018 y no incluyen esto, es injusto. Los invitamos a que hagan la sesión en la colonia Tomás Yarrington”.
Pero sus voces no alcanzaron a conmover a los regidores del PRI, PAN, Movimiento Ciudadano e Independientes que cobran mensualmente 65 mil pesos por mes más despensa, vales de gasolina y otras prestaciones. Nadie de ellos se paró de sus asientos para apoyar a los colonos.
Sergio Esqueda gritaba: “La pobreza extrema está aquí, no necesitan ir a otra parte”.
Nadie del cabildo lo escuchó.
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