Felipe Martínez Chávez
Cd. Victoria, Tamaulipas.- De todo hay en la viña del Señor. Uno salió pilluelo.
En los años setentas, un grupo de estudiantes universitarios de Nuevo León (UANL) formaron el grupo Tierra y Libertad, con el cual mantenían presión permanente sobre un Gobernador de origen tamaulipeco llamado Pedro Gregorio Zorrilla Martínez.
Un trío dominaba alrededor de 15 colonias del Cerro de Topo Chico (que a su vez bautizaron un Sector Heroico donde policías estatales mataron a varios colonos), y mantenía a su servicio a varios miles de posesionarios (“arribistas” les dicen en otras partes).
Crearon su propia “república” con un jurado que encarcelaba a quienes se portaban mal.
La propiedad era comunitaria. Se robaban la luz y el agua. Los colonos no podían vender. Incluso llegaron a cobrar una cuota de “paso” por el uso de calles.
Cada integrante tenía que asistir a las reuniones y manifestaciones callejeras que un día sí y otro también organizaban. Un sistema de bocinas por los 15 rincones servía para girar instrucciones.
El trío: Los médicos Héctor Camero Haro e Ignacio Staines Orozco, y el abogado Alberto Anaya Gutiérrez. Terminaron sus carreras en la UANL. Procedían de San Luis Potosí y el último de Aguascalientes.
Decíase que su ideología era maoísta, aunque la voz de la calle afirmaba que eran rabanitos: “rojos por fuera y blancos por dentro”.
El gobierno dictatorial de Alfonso Martínez Domínguez no pudo con ellos, pese a sus esfuerzos por escriturar las propiedades para dar seguridad a las familias sobre la tenencia de la tierra.
Pasó el tiempo y, en 1990, uno de ellos comenzó a enseñar el cobre, Alberto, que se entregó en brazos del sistema.
Sus colegas médicos se quedaron en TyL a seguir batallando con la gente, continuaron con su línea de masas. Héctor, maestro y médico, a enseñar y brindar consultas gratuitas. El otro, a asesorar legalmente y a comunicar a través de una estación de radio clandestina que, al final, le costó la cárcel.
Anaya abandonó la lucha y, con el apoyo de los Salinas de Gortari, formó lo que sería su más grande negocio, el Partido del Trabajo. Le dio la seguridad económica para el resto de sus días.
Bueno, parece que es el fin de su era y, a través de la ley de “extinción” de dominio político, será llevado ante la justicia para que pague parte de sus pillerías.
Empezó a cobrar del sistema y engordó, le gustó. Ha sido cuatro veces diputado federal “de partido” y una senador. Agarra lo que le pongan enfrente. Es el dueño absoluto de las prerrogativas del partido.
El sistema lo creó, y el propio sistema lo va a desaparecer. Está en vías de perder en definitiva su registro. Ya estaba en el sótano pero el gobierno de Peña Nieto lo salvó.
A consecuencia de las pillerías que se le hallaron al PT en Aguascalientes y Nuevo León, el PRI presentó una denuncia de hechos ante la FEPADE y el INE, por la probable comisión de delitos electorales y violación al destino y uso de recursos que ingresan a los partidos.
Hay cien melones de pesos que el gobierno federal enviaba al de Nuevo León -El Bronco- para financiamiento de un sistema de escuelas de preescolar que formó Anaya con su esposa. La lana era depositada en cuentas personales de la señora.
La sospecha es que, parte de ese dinero, fue parar a las campañas del partido, en especial para ganar un distrito en Aguascalientes, hace más de dos años.
Aparte de ambas denuncias, la PGR tiene detenido a un pez gordo y pronto serán citados el resto de los presuntos pilluelos.
En Tamaulipas tendrán que poner pies en polvorosa los neoleoneses enviados por Anaya desde hace varios años. Ya no reciben subsidio del IETAM ni del gobierno del Estado. Ya desocupan las oficinas que tenían rentadas.
Con los vientos del cambio es diferente. Borraron de la nómina a los jefes del PRD, PT, Verde Ecologista, Antorcha Campesina y otros grupos que por largos años aterrizaron en la nómina.
Bien dicen que no hay mal que dure cien años. Anaya perduró con su imperio 28. Acaba de reelegirse por enésima ocasión. Seguramente será la última.
El gobierno priísta no podrá salvarlo de esta. Traicionó a quienes le dieron la mano e hicieron de él un monstruo.
Lo demás es puro cuento, como eso de que los persigue Peña Nieto por treparse al camión de López Obrador ¿Cuántos votos pueden generar?.
Si cambiamos de tema, mire que Don Samuel “El Oaxaco” Cervantes Pérez, representante del PAN ante el IETAM, ya trae asoleados a los magistrados del Tribunal Electoral de Tamaulipas, que ahora capitanea René Osiris Sánchez. Prácticamente trabajan para él.
Este jueves habrá sesión plenaria de los magistrados para desfogar dos asuntos del maese del sureste. Se trata de apelaciones sobre acuerdos del árbitro, en cuanto a la paridad de género.
Eran ocho expedientes en trámite; quedarán cinco más, provenientes del lado azul.
Por El Mante, muy activo el alcalde Juan Francisco Leal Guerra, el mismo que este jueves a la 9:00 horas atenderá a los dirigentes de la Asociación de Voleibol de Tamaulipas, presidida por Julie Rodríguez Briones, para iniciar proyectos de deportes; a las 4:00 asistirá a eventos en el ejido San Martín Caballero que tiene festival y presentación de bailables.
El alcalde anunció que el próximo día 15, Mante será sede del Consejo Estatal de Desarrollo Rural Sustentable que reunirá a funcionarios del área y los alcaldes de Antiguo Morelos, Nuevo Morelos, Gómez Farías, Xicoténcatl y Ocampo.
Se espera al titular de Desarrollo Rural, Ariel Longoria García y al delegado de SAGARPA, Eduardo Mansilla Gómez. Con ello se demuestra el interés del Gobierno del Estado por impulsar esta región del sur, dijo el presidente.
La bancada del PAN en el Congreso del Estado sigue con sus proyectos legislativos. Este miércoles el grupo que encabeza Carlos García González presentó iniciativa para obligar a las escuelas particulares a proporcionar becas hasta por el 10 por ciento de la matrícula que tengan. Ahora es del 5.
No les va a gustar mucho a los vividores de la educación y menos a las AC que son “patito” (no todas lo son, claro) y evaden impuestos.
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