Agencias
Buenos Aires.- Las protestas contra una reforma de pensiones en Argentina obligaron al presidente de la Cámara de Diputados a suspender la sesión en la que se iba a debatir el proyecto, tras los violentos incidentes entre policías y manifestantes ocurridos en las inmediaciones del Congreso.
El proyecto, que ya cuenta con el visto bueno del Senado, es parte de un paquete de reformas con las que el presidente liberal Mauricio Macri espera bajar los costos de producción de Argentina para atraer inversiones.
Los críticos dicen que el proyecto, que se esperaba discutir en el marco de las sesiones extraordinarias de fin de año a las que convocó el Gobierno esta semana, perjudicará a los jubilados por la reducción de sus pensiones. Los oficialistas mantienen que la reducción ocurriría de todos modos.
El titular de la cámara baja Emilio Monzó, que responde al oficialista Cambiemos, levantó la sesión luego de que la diputada Elisa Carrió, del mismo espacio político, se lo solicitara ante el clima de violencia y luego de una acalorada discusión dentro del recinto.
Las fuerzas de seguridad dispersaron con balas de goma y gases lacrimógenos a cientos de sindicalistas y militantes de organizaciones sociales y políticas que se habían concentrado en las cercanías del Congreso en rechazo a la iniciativa legislativa, que ya fue aprobada por el Senado.
Las inmediaciones del edificio del Parlamento fueron escenario de escaramuzas entre policías y manifestantes que tiraron piedras y botellas y prendieron fuego contenedores de basura.
«Nunca un Congreso ha vivido un estado de militarización como el de hoy. Si el gobierno tiene un problema fiscal que lo resuelva sin meter la mano en el bolsillo a los jubilados», dijo el legislador Agustín Rossi.
Rossi, titular de la bancada del Frente para la Victoria, dijo haber sido víctima de los gases lacrimógenos al ingresar al Parlamento, que amaneció rodeado de vallas metálicas y custodiado por cientos de efectivos policiales.
Mientras se producían los incidentes el oficialismo intentó iniciar la discusión aduciendo que había conseguido el número necesario de diputados para hacerlo.
Rossi sostuvo que el oficialismo nunca tuvo quórum para debatir el proyecto, que supone un recorte en los haberes jubilatorios, pensiones y ayudas para familias pobres a partir de 2018.
El proyecto tiene como eje central la modificación de la fórmula que establece aumentos periódicos a las jubilaciones en un contexto inflacionario.
En la actualidad las jubilaciones se ajustan semestralmente tomando en cuenta la evolución de los salarios y la recaudación impositiva. El proyecto contempla que el aumento sea trimestral y se establezca en un 70 por ciento por el índice de inflación y el resto por el incremento de los salarios.
El aumento previsto para marzo se calcularía bajo la nueva fórmula, lo cual implicaría un recorte en los haberes respecto del anterior cálculo.
Abogados advirtieron que la aplicación retroactiva de este mecanismo es inconstitucional y opositores vaticinaron una catarata de juicios por parte de los jubilados.
Expertos sostienen que el sistema previsional argentino es insostenible debido a que no hay suficientes trabajadores que aporten para sostener los haberes jubilatorios por el gran porcentaje de trabajo en negro o ilegal.
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