Agencias
Beijing.- Un conocido activista autonombrado como el Carnicero Ultravulgar, apodo bajo el cual buscaba hacer presión y burlarse de las autoridades chinas, fue condenado el martes a ocho años de cárcel por subversión, lo que lo convirtió en la sentencia más dura dentro de una campaña de persecución de activistas de defensa de derechos.
La Corte Intermedia Popular Número 2 de Tianjin impuso la sentencia tras declarar culpable a Wu Gan de subvertir el poder del Estado, mientras que Ge Yongxi, abogado defensor, anunció que recurrirá el fallo.
El activista llamó la atención por sus campañas, entre las cuales una se distinguió por posar para fotos mientras blandía cuchillos para, según dijo, sacrificar a los cerdos entre los funcionarios locales que habían obrado mal.
Según su representante legal, Wu se mostró en la corte con un aire irreverente en sus comentarios tras la condena, al afirmar que estaba agradecía al partido la concesión de gran honor.
«Me mantendré fiel a nuestra aspiración inicial, remangarme y hacer un esfuerzo adicional», señaló Wu, parafraseando lemas conocidos que suele utilizar el presidente de China, Xi Jinping, para exhortar a los miembros del Partido Comunista a mejorar su trabajo.
El acusado fue uno de los primeros activistas y abogados afectados por una intensa campaña de persecución del Gobierno iniciada en 2015; tras más de dos años detenido, su juicio se celebró en secreto en agosto y solo duró un día.
Los activistas como Wu se centraban en casos individuales en lugar de desafiar la política del Partido Comunista a nivel nacional, lo que los convierte en un dolor de cabeza más para autoridades locales que para Beijing. Pero su capacidad de organizarse y movilizar gente parece haber preocupado a las autoridades.
Grupos de derechos humanos dijeron que las autoridades persiguen a Wu y que es irónico que su lucha por la justicia para otros le haya costado su propia libertad.
«Con un valor extraordinario y palabras de desdén, Wu Gan marcó el tono de este supuesto ‘juicio’ en su contra», comentó su amigo y también activista chino Wu Yuren.
«Inspirará a más y más gente para aplastar a este Gobierno que parece poderoso, pero no tiene autoridad sobre la gente», añadió.
La corte informó este martes por medio de un comunicado en internet que el activista había hecho muchos comentarios en línea que atacaron el poder del Estado.
El tribunal le acusó de exagerar casos que desacreditaban a organismos del Estado al organizar reuniones públicas ilegales, causar problemas y hacer comentarios insultantes en internet sobre otras personas.
Estas acciones, añadió el documento, formaban parte de una serie de actividades ilegales que buscaban derrocar el poder del Estado y el sistema socialista.
Activistas de derechos humanos y personas percibidas como enemigas del gobernante Partido Comunista suelen afrontar en China cargos poco concretos de subversión.
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