Agencias
Nueva York.- El dolor está presente en la actual temporada de la NFL, que se ha convertido en una auténtica carnicería.
La cuarta semana fue sumamente dolorosa, pero todas las semanas han tenido jugadores saliendo en camillas por el emparrillado.
Se ha visto a los hombres más fuertes del mundo, arrinconados en el césperd, agarrándose las partes dañadas mientras sus compañeros rezan y los estadios se muestran en silencio.
21 jugadores de la lista de 100 mejores en la lista de Sport Ilustrated han sido marginados en la temporada.
Hombres como Aaron Rodgers, Odell Bekcham, Julian Edelman entre otros, no pudieron mostrar su potencial esta campaña…todo por las fuertes lesiones.
Uno de los casos fue el de Chris Carson, jugador de los Seahawks de Seattle, que se rompió la pierna izquierda, pero a él se suma una docena de jugadores que salieron con heridas notables.
Carson fue destrozado por el linebacker de Indianapolis Jon Bostic, que lo tomó por la cintura, epro su tobillo quedó atrapado debajo de él.
En el vestuario se encontró al tackle ofensivo, Rees Odhiambo, que tenía problemas respiratorios y pasó la noche en un hospital, el mismo donde su compañero de equipo, Cliff Avril, había sido evaluado una noche después de perder la sensación en sus brazos.
La semana 4 fue brutal, pero no tan diferente a la semana 3 o a la 14. Lo mismo ha pasado el año pasado y el año anterior.
Casi una cauarta parte de los All-Pros del año pasado se perdió al menos cuatro juegos, pero esto ha sido una tendencia.
Richard Sherman le dijo en una cafetería de Seattle a Carson que valorara cada acarreo, porque practica un deporte con una tasa de lesiones del 100%.
Más tarde esa noche, después de la reunión en la cafetería, Sherman se rompía el Talón de Aquiles derecho en el juego contra Cardinals y llegaba a la lista de reservas junto a Carson, Odhiambo y Avril.
Discussion about this post