Óscar Jiménez
Cd. Victoria, Tamaulipas.- ¡Pero qué necesidad! Esa es la frase que le queda como anillo al dedo a lo que está pasando en las “mejores familias victorenses”.
Les cuento. Corre la versión de que la familia de Eugenio Hernández Flores anda pidiendo a empresarios notables de la capital de Tamaulipas que firmen cartas que avalen la conducta del presidiario tamaulipeco más famoso.
Que califiquen de intachable el comportamiento de Geño, vaya pues, que mencionen que fue un niño aplicado cuando gobernó nuestro estado.
Y yo me pregunto. En serio ¿Geño y su gabinete se portaron bien como servidores públicos y en su vida personal? Yo no lo creo.
Y por desgracia para Geño y su familia varios empresarios se han negado a redactar esas “cartas de conducta intachable”. Según esto, las cartas servirían para “hacer unos trámites legales” (no sé cuáles).Y podríamos suponer que se trataría para pedir que el proceso legal que enfrenta Geño Hernández lo haga desde su casa, en libertad, algo que sinceramente consideró que no sucederá.
Empresarios que hicieron más dinero con Eugenio Hernández Flores cuando era gobernador, ahora le dan la espalda porque no quieren verse involucrados en el escándalo legal por el enorme saqueo que se presuntamente se hizo del presupuesto público en ese período.
Antes esos empresarios, varios, eran dueños de pequeños negocios victorenses, hoy son dueños de las principales plazas comerciales de la capital estatal, pero no quieren ver en riesgo su fortuna.
Y otros que ya tenían grandes negocios, pero que comerciaron con la administración estatal geñista, no se quieren enemistar con el poder vigente.
Geño edificó un paraíso de cómplices, pero que en realidad no estaba construido de roca sino de papel. De eso apenas se están dando cuenta los miembros de la familia de Geño que están pidiendo las cartas de buena conducta. ¡Pero qué necesidad!
Pasando a otras cosas, les cuento que en el municipio de Nuevo Laredo el PRI se está haciendo bolas con las candidaturas a diputado federal y presidente municipal que las que habrán de comparecer en el examen electoral del año próximo.
Se ha dicho que Daniel Peña Treviño podría ser candidato a alcalde ayudado por su amigo y ex compañero diputado Eliseo Castillo Tejeda, y que ahora es el presidente del Comité directivo municipal de ese partido debido a que los tricolores de esa ciudad no se pusieron de acuerdo.
Después se dijo que no, que Daniel Peña sí sería candidato, pero a diputado federal y Jesús Valdez Zermeño es quien encabezaría la planilla para presidente municipal.
Y el último trascendido es que la aún diputada federal Yahleel Abdala Carmona es quien se quedara con la candidatura del PRI para contender para alcalde de Nuevo Laredo en el 2018.
Este trascendido choca con la versión de que ella estaría buscando una candidatura plurinominal a Senadora por el concepto de los jóvenes y la equidad de género.
Pero quien está haciendo rodar esa versión de Yahleel para alcaldesa, argumenta que ella es la mejor posicionada de todos los partidos entre la ciudadanía para enfrentar las elecciones del año que viene.
Y mientras todo eso sucede, el flamante presidente “extranjero” del PRI Nuevo Laredo Eliseo Castillo Tejeda ni sufre ni se acongoja. Él está viviendo su segundo aire en la vida amorosa.
¿Por qué? Porque se acaba de volver a casar, y lo hizo este fin de semana en Ciudad Victoria. Por eso ahorita no tiene cabeza más que para su nuevo proyecto matrimonial.
A su boda acudieron entre otros de sus viejos amigos de la política electoral, del Congreso del Estado y del servicio público en las administraciones estatales, Enrique Cárdenas del Avellano, Enrique Garza, Pedro Reyes y Guadalupe González Galván.
MAQUIAVELITO
…Si el 2 de Octubre de 1968 hubiera estado vigente la Ley de Seguridad Interior ningún funcionario ni militar habrían cometido delito alguno. Esta aberración política legaliza masacres oficiales como la de Tlatelolco. ¿Esa justicia queremos en México? (Diego Enrique Osorno)
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