Agencias
Londres.- Políticos británicos han aumentado la presión para que se le retire una invitación al Presidente estadounidense, Donald Trump, ante la tensión desatada por su decisión de compartir videos de extrema derecha y luego reprender a la Primera Ministra, Theresa May.
El Gobierno británico insistió en que aún disfruta de una relación especial con Estados Unidos, aunque May, que ha trabajado para cultivar lazos con Trump, ahora se enfrenta al Mandatario.
Desde Jordania, donde se encuentra en una visita oficial, May criticó a Trump, pero dijo que su visita aún está planeada.
«Tengo muy claro que retuitear a Britain First fue lo incorrecto», dijo en una conferencia de prensa.
«La invitación para una visita de estado se ha extendido y ha sido aceptada. Todavía tenemos que establecer una fecha», agregó.
Políticos británicos han criticado la decisión de Trump de compartir tres videos de temática antimusulmán publicados en línea por el grupo de extrema derecha Britain First. Luego de que un vocero de May criticara la acción, el Mandatario dijo que ella debía enfocarse en el terrorismo en su país.
En el Parlamento, opositores exigieron que se abandonara la idea de una visita de estado, y algunos críticos argumentaron que colocaría a la reina Isabel II, como anfitriona, en una posición injusta.
Un legislador laborista de la oposición, Stephen Doughty, argumentó que al compartir los videos, Trump se mostró racista, incompetente o irreflexivo, o los tres, mientras que otro, Dennis Skinner, se refirió a él como fascista.
Incluso algunos políticos oficialistas se unieron a la condena. Sajid Javid, miembro musulmán del gabinete conservador de May, tuiteó una fuerte condena contra el republicano.
«Es cada vez más claro que cualquier visita del Presidente Trump a Gran Bretaña no sería bienvenida».
Cancelar la visita sería problemático para May, porque, con la salida del país de la Unión Europea en 2019, busca llegar a un acuerdo comercial con Washington para compensar una probable reducción en el acceso británico a los mercados en Europa continental.
Por su parte, la portavoz de la Casa Blanca, Sarah Huckabee Sanders, defendió los retuits de Trump como contribuciones que elevan el debate sobre el terrorismo y la seguridad nacional.
«Lo que hizo fue elevar la conversación para hablar sobre un problema real y una amenaza real, es violencia extrema y terrorismo extremo, algo que sabemos que es muy real y algo sobre lo que el presidente tiene mucha confianza», dijo.
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