Max Ávila
* El autor es Premio Nacional de Periodismo 2016.
Cd. Victoria, Tamaulipas.- El rumor aumenta en cuanto a que el PRI podría nominar finalmente a otro candidato presidencial en lugar de José Antonio Meade y hay diversas razones para creerlo. La principal es que “no levanta” a pesar de los escenarios y apoyo mediático puestos a su disposición por el supremo gobierno. Mucho pesa también al ex secretario de Hacienda haber sido operador del tristemente célebre “gasolinazo” de incalculable daño a la economía popular. Ha fracasado asimismo presentarlo como el rostro bonachón de la política, apartidista y presuntamente ajeno a la fetidez del sistema a pesar de su protagonismo oficial en los últimos dos sexenios. Y es que haber sido secretario de estado cinco ocasiones no es como para marginarse de los atentados “institucionales” contra las mayorías. No olvidéis que el hombre fue encargado de las finanzas públicas durante los regímenes de Calderón y Peña Nieto así que no está en condiciones de eludir su responsabilidad. El asunto es que Meade podría ser sustituido como abanderado tricolor, incluso hasta se maneja el nombre de Aurelio Nuño para entrar al quite. Usted dirá y tiene razón, de que en caso de suceder el cambio no sería notable considerando que el ex secretario de Educación no cuenta con las medallas suficientes para encabezar esta cruzada con todo y que actualmente “coordina” la campaña presidencial. Aquí el columnista divaga para señalar dos coincidencias. Y es que en uno de los últimos discursos de Meade antes de irse de vacaciones recordó aquella frase de Colosio relativa a que “veía a un México sediento de justicia” y que dicen, le valió el enojo y algo más, de Salinas de Gortari. En este sentido el candidato actual del PRI agregó: “sigo viendo, etc”. La otra coincidencia es que en el 94 el lugar de Colosio lo ocupó su coordinador de campaña lo que ahora podría suceder en el caso de Nuño. Otro motivo para el presunto cambio de candidato del PRI es el enojo de los políticos profesionales. Y ni como ocultarlo a pesar del calificativo de “institucionales” que se acreditan. ¿A poco quedó muy conforme Manlio Fabio Beltrones?. O el mismo secretario de Gobernación quien en los siguientes días al “destape” de Meade “se volvió ojo de hormiga”.
¿Y LOS SECTORES?
Sea como fuere está claro que transcurrido el primer impacto de su virtual nominación todo volvió a la normalidad. “Con otra”, como dijo aquel. Y es que el presunto apoyo de los sectores no se ve por ningún lado ni aun con las promesas de las respectivas dirigencias en cuando a que en cada evento la militancia llenaría hasta el tope los escenarios. Sea que Meade se está quedando solo y hasta es probable que esto lo haya obligado a cancelar algunos actos, sobre todo en el sureste el país. De manera que el rumor sobre el cambio de candidato tricolor crece y no sería la primera ocasión. Recordéis que en el 70 Gustavo Díaz Ordaz estuvo a punto de hacerlo con Luis Echeverría cuando éste en plena campaña y durante un evento con estudiantes de Michoacán guardó un minuto de silencio por las víctimas del 68 producto de la masacre instrumentada por el gobierno de aquel tiempo. Dícese que entonces un grupo de políticos encabezados por Alfonso Martínez Domínguez tuvo a bien convencerlo de lo contrario por el riesgo de desestabilizar la república. Y eso que entonces la oposición estaba en pañales y los mexicas no padecíamos las tragedias de ahora, al menos no en la dimensión actual.
LEY MORDAZA
Justo cuando otro escándalo internacional toca a las puertas de Los Pinos el presidente Peña Nieto anuncia e inicia sus vacaciones para regresar el próximo cinco de enero. Se trata de la investigación publicada por el New York Times relacionada con el derroche de recursos encausados hacia publicidad oficial y que según este medio registró más del doble de lo aprobado por el congreso el presente año. La publicación precisa que el enorme gasto calculado en unos dos mil millones de pesos permite la manipulación informativa, principal condición para el otorgamiento de publicidad, lo cual equivale a violentar la libertad de expresión y el derecho social a recibir información veraz. La investigación refiere que esta práctica se repite en la mayoría de las entidades e igual sucede con otras instancias de gobierno. Usted dirá que el New York Times de ninguna manera descubre el hilo negro y es cierto pero no deja de avergonzar que del extranjero nos lleguen como siempre, esta clase de penosos asuntos.
SUCEDE QUE
Y hablando de escándalos…a seis meses y días de las elecciones y en el IETAM como que siguen jugando “a la gallina ciega”. Sea que algunos consejeros le hacen al “tío Lolo” y otros se quieren pasar de listos…consecuencias habrán de llegar o mejor dicho, ya están aquí.
Y hasta la próxima.
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