Por José Gregorio Aguilar
Cd. Victoria, Tamaulipas.- María Pura Porras Gómez, Purita, pedirá a Santa Claus en esta navidad que prevalezcan los buenos sentimientos entre los victorenses y valores como la solidaridad entre la población.
Purita es la casi célebre niña que en octubre del 2007 vino a este mundo con una enfermedad llamada epidermólisis bullosa distrófica recesiva, que de forma común se conoce como “piel de mariposa”.
El deseo de la niña en esta fecha no es otro más que el de aligerar la angustia y preocupación de su mamá frente a los enormes gastos que se le avecinan el próximo año para pagar el tratamiento médico que necesita.
Un rasgo que distingue a esta enfermedad es que ante el menor roce de su piel a la niña le salen ampollas o llagas.
Desde su nacimiento Purita ha enfrentado con entusiasmo su enfermedad pero a veces su ánimo se viene abajo porque se da cuenta de las dificultades económicas que pasa su madre para conseguir dinero.
Por eso, su único anhelo en esta Navidad es que su mamá, la señora Claudia, pueda seguir contando con recursos económicos para costear su costoso tratamiento médico que le permite mejorar su calidad de vida.
Eso es lo que le preocupa a Purita y por eso, a diferencia de juguetes o cualquier otro regalo material, la pequeña espera que el costal de Santa Claus llegue a su hogar cargado de esperanza, de fe y de mucha solidaridad entre los seres humanos que siempre han estado dispuestos a apoyarla a través de las actividades que su mamá realiza a lo largo del año.
Claudia, la mamá de Purita, confesó que pese al enorme apoyo y ayuda de la gente para sacar adelante la campaña de su hija en ocasiones los gastos rebasan las necesidades y no alcanza el dinero.
“Realmente nos hemos visto complicadas en el aspecto económico y ella le pide a Santa poder tener el suficiente dinero para alcanzar a llevarla tanto a Monterrey y a Morelia”.
Purita es una niña muy madura que no pasa por alto todo el esfuerzo de su mamá, por eso, para aligerarle ese peso ella le pregunta lo que quisiera en esta Navidad.
“Ella me pregunta qué es lo que yo pediría a Santa y le menciono que lo que yo le pido es tener la posibilidad de continuar con sus curaciones y vacunas. Y me dice que eso es lo que justamente ella pedirá a Santa”.
Purita, a pesar de esa enfermedad, que no le impide tener sueños, deja una gran lección para cualquier niño: sacrificar su carta a Papa Noel para que su sacrificada madre sea quien le pida lo que necesita.
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