Felipe Martínez Chávez
Cd. Victoria, Tamaulipas.- Sin su viejo Jelipe, la señora luce muy tranquila, serena, modesta, humilde, como si anduviera de vacaciones por vía terrestre, alejada de los aviones.
Camina por la plaza Hidalgo con un reducido número de colaboradores y simpatizantes. Se deja tomar «la foto pa’l feis», posa sonriente. Invita a transeúntes a que le den una firma de apoyo a su precandidatura a la presidencia de México.
Ya no viaja en su autobús oficial («Yo con México»), mismo que fue asaltado en junio del año pasado en el estado de Sinaloa. Lo hace en una camioneta para diez pasajeros.
El miércoles estuvo en Monterrey. A ciudad Victoria llegó acompañada de Lydia Madero García, primera secretaria de Salud del cabecismo, la misma que vino a «curar el sistema» y no a los enfermos, pero no hizo lo uno n i lo otro.
Desde un día antes corrió la versión de que Lydia, con muchos intereses económicos en esta tierra, será la candidata a la alcaldía de Victoria por el PAN, algo que los analistas ven muy difícil (pero no imposible). Es panista pero en Nuevo León, y no debo haber quedado muy bien su relación con los vientos del cambio.
Cierto o no, a Madero hay que reconocerle que sigue fiel a esa amistad. Estuvo con Zavala en el PAN y, cuando se dio la renuncia, se fue con ella.
Lydia cimbró la estructura priísta en la ciudad capital en el año 1998, como candidata a la alcaldía, pero no recibió la confianza ciudadana para escribir la «nueva historia» que pregonaba.
La Doña estuvo «chaperoneada» por Ángel Sierra Ramírez, también de las confianzas del matrimonio ex inquilino de Los Pinos. En esa administración federal, el matamorense cobró en varias nóminas, entre ellas la del FONAES, que fue la «caja chica» para apuntalar campañas políticas del partido azul.
Y está Rosa María «Rosita» Uribe Mora, también en la nómina (Diconsa) de aquella época. Es la coordinadora en Victoria para levantar firmas rumbo a la candidatura.
Por ahí el médico veterinario Jorge Pensado Robles, empresario y observador crítico de la res pública. Hasta hoy no ha participado a ninguna candidatura, pero se ve que ganas no le faltan.
Con Doña Margarita, ya son cuatro los aspirantes presidenciales que pisan tierra cueruda. Primero el muchacho locuaz que abanderan PAN, PRD y MC; luego San Peje López Obrador de Morena y socios y, en esta semana, José Antonio Meade, del PRI.
De los que juegan por la libre, y que llevan avance en su proyecto, faltaría Don Bronco Rodríguez Calderón, el irreverente Gobernador de Nuevo León que traicionó la confianza que le dio la ciudadanía de aquel girón de la Patria, pensando en que realmente sería diferente a los políticos partidistas.
Si hacemos un recuento del éxito de precampaña de la mujer por estas tierras, habrá que decir que aquí ha levantado 17 mil 527 firmas que significan el 68.49 de las que necesita.
Le queda tiempo, la fecha límite es el 19 de febrero.
A nivel México reporta haberle enviado al INE un total de un millón 231 mil apoyos, de los cuales el órgano le ha reconocido 771 mil al ubicar los nombres en la lista nominal de electores.
En breves entrevistas con reporteros, la esposa de Jelipe Calderón expresó su confianza en que aparecerá en las boletas el uno de julio, y que de ninguna manera declinará en favor de otro candidato.
El tiempo nos dirá si, en efecto, se fueron con ella los diez millones de simpatizantes que tenía en Acción Nacional. Ahora no se puede calcular porque los militantes tienen miedo a ser despedidos de sus plazas o expulsados del partido.
Después de abandonar la plaza Hidalgo (donde se fundó la antigua Villa de Aguayo), la señora escribió en redes sociales: «En ciudad Victoria cada vez más mexicanos firman para tener en la boleta una alternativa que los defienda. El gobierno federal que encabezaré no abandonará Tamaulipas ni a ningún otro estado en la búsqueda de paz para sus ciudadanos».
Como que sabe que aquí hay problemas graves de inseguridad (en la frontera se vive una auténtica guerra fratricida).
En otros asuntos, este sábado será el registro de los precandidatos del PRI a senadores y diputados, y no parece haber un acuerdo definido sobre quiénes son los «amarados».
La cita es entre las diez y una de la tarde en el edificio del CDE, ante la Comisión Auxiliar de Procesos Internos.
Como se trata de política, no se duda que al cuarto para las diez los jefes nacionales y el precandidato Pepe Toño estén tomando decisiones. Las presiones deben ser muchas.
También hay factores. Si Meade no gana la Presidencia, algunos candidatos al Congreso de la Unión sí lo harán.
De la reciente visita de José Antonio, se supo que no tomó con buen gusto que Baltazar Hinojosa Ochoa y Mercedes Guillén, se sientan ya como los «amarados» por las fórmulas rumbo al Senado. Si le da una «revisadita» a las listas podrían ser otros los agraciados.
Bueno, es que los «suspirantes» ya deben estar registrados en una preinscripción que se dio en la ciudad de México el 20 de enero, y que todos tienen muy bien reservada.
Lo seguro es que, el sábado, los «suertudos» estarán desfilando apoyados cada quien por su gente.
El Gobernador Francisco García Cabeza de Vaca solicitó ante la Conago, la Comisión Nacional de Derechos Humanos y secretaría de Gobernación, que se abra una investigación en contra de los servidores públicos que han protegido al ex Gobernador Eugenio Hernández Flores, para no ser enjuiciado aquí o extraditado a los Estados Unidos.
Reveló que hasta por seis ocasiones la autoridad estatal ha solicitado a la PGR los expedientes en contra del ex Gobernador, pero… Nada.
«Pareciera que se tienen ocultos porque están ahí desde ya hace muchos años, cuando en el estado se ha iniciado una serie de investigaciones en contra de ese y de otros individuos que defraudaron la confianza del pueblo de Tamaulipas», expuso Cabeza de Vaca en la conferencia de Gobernadores realizada en la ciudad de México y dedicada al tema de los derechos humanos.
Discussion about this post