Agencias
Santiago.- Tres helicópteros, dos de ellos totalmente destruidos, dos iglesias, una escuela y un rancho fueron los blancos de los ataques ocurridos la noche del martes y la madrugada de hoy en Chile por la visita del Papa Francisco.
Los ataques ocurrieron también en las vecinas regiones de Biobío y Los Ríos. El pontífice recorre actualmente la región de Araucania.
El carabinero herido recibió un impacto de perdigones en la espalda cuando repelía un ataque de encapuchados al rancho La Turbina, en la localidad de Ercilla, a 570 kilómetros al sur de Santiago.
El agente fue trasladado al Hospital de Temuco, la capital regional, donde los médicos constataron que el chaleco antibalas evitó que sus heridas fueran mortales o de gravedad.
En tanto, una iglesia y un colegio sufrieron incendios, presuntamente por la acción de terceros, en Collipulli, en las cercanías de Ercilla.
Además, en Panguipulli, al sur de La Araucanía, una capilla católica ardió durante la madrugada, aunque la rápida acción de los bomberos evitó su destrucción total, y la Policía inició pesquisas para establecer las causas exactas del hecho.
Mientras tanto, en la localidad de Curanilahue, al norte de dicha región, dos helicópteros resultaron completamente destruidos y un tercero con daños en un ataque contra un aeródromo que opera como campamento para la prevención y combate de incendios forestales, informó Humberto Toro, Gobernador de la provincia de Arauco, donde está el aeródromo atacado, que pertenece a la empresa Forestal Arauco (FASA).
De acuerdo con Toro, los guardias del lugar manifestaron que escucharon algunos disparos, por lo cual se replegaron, momento en el que vieron que los helicópteros comenzaban a arder.
El Gobernador aseguró, además, que en el recinto se encontraron panfletos firmados por la Coordinadora Arauco Malleco (CAM), una de las organizaciones radicales que actúan en la zona, en el marco del conflicto mapuche.
El Papa Francisco encabezará este miércoles una misa masiva en un antiguo aeropuerto cercano a Temuco, donde unas 200 mil personas aguardaban su llegada en las primeras horas del día; la zona fue asegurada.
«Con los grupos que quieran causar algún desorden o alguna alteración del orden público, vamos a ser lo suficientemente rígidos y contundentes, no va a haber debilidad con la gente que quiera interrumpir estos actos», afirmó el director general de Carabineros, Bruno Villalobos.
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