Por José Gregorio Aguilar
Cd. Victoria, Tamaulipas.- El obispo de la Diócesis de Victoria Antonio González Sánchez exhortó a los padres de familia a recuperar la comunicación y la convivencia con sus hijos.
Consideró que los papás son los primeros educadores en el hogar, por lo que es su responsabilidad esforzarse por retomar el tema de los valores y que este sea uno de los principales propósitos de año nuevo que asuman las familias.
Se refirió en forma particular al uso desmedido del celular, el que ha robado tiempo a las familias y rompe con una relación interpersonal, cara a cara, entre los miembros de la casa.
El obispo González se pronunció porque los jefes del hogar establezcan reglas en torno al uso de los celulares, como por ejemplo prohibir a los hijos que a la hora de tomar los alimentos lo estén usando o lo tengan a su lado.
“Hay muchos retos para la familia, como recuperar la comunicación y la relación personal, sobre todo en la casa a la hora de tomar los alimentos. Ojalá se lograra que en ese momento nadie tuviera su celular y que se dedicaran a convivir. Que sean momentos de convivencias, de cambiar impresiones”.
Añadió que también sería conveniente que los padres se interesen por el uso que sus hijos le dan al celular y limitarles el tiempo de uso, sobre todo en la noche, antes de dormir.
“Papá y mamá son los que también tienen la responsabilidad de conocer a sus hijos, y a propósito de las famosas tecnologías deben interesarse en lo que ven sus hijos. Ese sí sería un buen propósito de año, que los padres se interesen en qué están viendo sus hijos en las redes sociales y que también a ciertas horas de la noche les recojan celular, tableta o computadora”.
Con esa iniciativa se pueden promover el diálogo y la convivencia en la familia, que gracias a la tecnología se está perdiendo poco a poco, refirió el obispo.
Por otra parte, González Sánchez declinó opinar sobre la gente que acostumbra llevar a cabo sencillos rituales o vistiendo prendas íntimas de color amarillo o rojo pensando que de esa forma le irá mejor el año nuevo.
“No pienso nada, cada quien piensa lo que quiere y son costumbres que se va metiendo y algunas personas hacen caso a esas costumbres, de ahí para el real no tengo ninguna otra opinión”.
Al cuestionarle si recomendaría que en lugar de esas costumbres esotéricas que la gente realiza para atraer la buena fortuna a su vida los católicos mejor confiaran más en Dios y se propusieran ser mejores personas y criticar menos, el obispo respondió: “pues eso sería lo mejor, pero tú crees que la gente lo va a hacer”, refirió entre risas.
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