Agencias
Nueva York.- A consecuencia del Cambio Climático, los años 2015, 2016 y 2017 fueron los más calurosos de los que se tenga registro, de acuerdo con un informe de la Organización Meteorológica Mundial (OMM), de la ONU.
La agencia señala que 2016 sigue manteniendo el récord mundial, si bien 2017 ha sido el año más cálido sin el fenómeno de El Niño, el cual puede provocar un aumento de las temperaturas anuales mundiales.
«(Es) una clara señal de la continuidad del cambio climático a largo plazo, causado por el aumento de las concentraciones atmosféricas de gases de efecto invernadero», sostiene la OMM.
Un análisis consolidado de cinco conjuntos internacionales de datos, realizado por la OMM, revela que la temperatura media mundial en superficie en 2017 superó aproximadamente en 1.1 grados Celsius a la de la era preindustrial.
«El año 2016 continúa siendo el más cálido del que se tenga registro (1.2 °C por encima de la era preindustrial). Tanto en 2015 como en 2017 las temperaturas medias mundiales superaron en 1.1 °C las de los niveles preindustriales», subraya OMM en un comunicado.
Aclara que resulta prácticamente imposible establecer una distinción entre ambos años debido a que la diferencia de temperatura es menos de una centésima de grado, lo cual es inferior al margen de error estadístico.
«La tendencia de la temperatura a largo plazo es mucho más importante que la temperatura de cada año, y esa tendencia es al alza», manifestó el Secretario General de la OMM, Petteri Taalas.
«De los 18 años más cálidos de los que se tienen datos, 17 se han registrado en este siglo, y el grado de calentamiento de los tres últimos años ha sido excepcional», observó.
«El calor en el Ártico ha sido especialmente intenso, lo que tendrá repercusiones profundas y duraderas en el nivel del mar y en las características meteorológicas de otras partes del mundo», advirtió Taalas.
Según la OMM, la temperatura media mundial en 2017 fue superior en aproximadamente 0.46 °C a la media a largo plazo del periodo 1981-2010 (14.3 °C).
Los Servicios Meteorológicos e Hidrológicos Nacionales utilizan este período de referencia de 30 años para evaluar los promedios y la variabilidad de los principales parámetros climáticos, tales como la temperatura, la precipitación o el viento, que son importantes para los sectores sensibles al clima, como son la gestión del agua, la energía, la agricultura y la salud.
Además del calentamiento global que se produce como consecuencia del aumento de los niveles de gases de efecto invernadero en la atmósfera, el clima también varía naturalmente debido a fenómenos como El Niño, que genera un aumento de la temperatura, y La Niña, que trae aparejado un descenso de la temperatura.
El intenso episodio de El Niño 2015/2016 contribuyó a que se registraran temperaturas sin precedentes en 2016. Por el contrario, 2017 comenzó con un episodio de La Niña muy débil.
«Las temperaturas solo cuentan una pequeña parte de la historia. En paralelo a las temperaturas cálidas de 2017 se produjeron fenómenos meteorológicos extremos en muchos países del mundo», indicó.
«Los Estados Unidos tuvieron que hacer frente al año más costoso en términos de desastres meteorológicos y climáticos, mientras que en otros países se constató un desarrollo más lento o un retroceso del mismo como consecuencia de los ciclones tropicales, las crecidas y las sequías», afirmó Taalas.
Finalmente adelantó que la Organización Meteorológica Mundial publicará en el mes de marzo su Declaración sobre el estado del clima mundial en 2017.
Este informe presentará un panorama completo de la variabilidad y las tendencias de temperatura, los fenómenos de fuerte impacto y los indicadores de largo plazo del cambio climático, como las concentraciones en aumento del dióxido de carbono, el hielo marino en el Ártico y en la Antártida, el aumento del nivel del mar y la acidificación de los océanos.
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