Max Ávila
*El autor es Premio Nacional de Periodismo 2016.
Cd. Victoria, Tamaulipas.- El ciudadano José Antonio Meade dio a conocer una iniciativa anti-corrupción que sus voceros y “analistas” oficiosos ubican como digna del mejor elogio. El documento se fundamenta en tres cuestiones a saber: la recuperación de recursos y bienes hurtados, el endurecimiento de las penas que resulten y hacer obligatoria la certificación patrimonial de los servidores públicos.
El anuncio fue pretexto para intentar de nuevo posicionar al precandidato presidencial, sin embargo pareciera que “el tiro les salió por la culata” toda vez que viniendo de quien viene dicha propuesta suena a broma de mal gusto.
Señala Meade que “terminará de una vez por todas con la corrupción” y como que la gente no se lo cree, es decir, duda que siendo parte del sistema pueda asumir el papel de verdugo y actuar en consecuencia.
Desde luego el columnista al igual que la mayoría mexica está cierto que el ex funcionario bi-sexenal no llegará a la presidencia y por lo tanto la iniciativa en cuestión ha de quedar apenas para el anecdotario…si es que queda, si no psss ni eso.
El asunto es que Meade se mete al callejón de lo trancazos tocando el tema más sensible para la clase política, (como que se trata de enriquecimiento ilícito), así la respuesta primera fue la de Ricardo Anaya quien precisó que el abanderado tricolor mejor debiera ofrecer disculpas por todo el daño hecho a la nación, considerando asimismo que la corrupción forma parte del ADN del tricolor. ¡Rájale!.
Nadie le cree al ciudadano Meade, insisto, por el contrario, no hay duda que el precandidato solo se suma a la exigencia social de actuar contra quienes se aprovechan del poder para colmar ambiciones personales, familiares y de grupo.
Él supone que ello servirá para recomponer su imagen pero ya sabemos que no podrá ser, considerando el enojo social que cruza veredas, brechas y caminos. Y ni modo que sea invento.
El precandidato del PRI no es ningún inocente, ¡no’mbre!, y tampoco debe ignorar que los puntos de su iniciativa han sido tratados por López Obrador desde hace años, así que el asunto no significa novedad alguna y si no se ha concretado en acciones es por la sencilla razón de que a “El peje” no le han permitido llegar al cargo más importante del país.
Lo anterior es motivo para suponer que Meade “se está colgando” de una parte del programa que AMLO tiene contemplado para combatir la corrupción aunque la diferencia estaría en que el primero lo utiliza solo para efectos publicitarios en tanto que en el segundo no hay duda que actuará conforme lo dicte su conciencia.
PERDONAR SÍ, OLVIDAR ¡NO!
Usted dirá que el candidato de MORENA ya prometió “fumar la pipa de la paz” con sus adversarios históricos encabezados por Salinas de Gortari lo cual podría influir al aplicar la justicia llegado el momento, y es probable, sin embargo habrá que considerar el alcance que podría tener eso de que está dispuesto “a perdonar pero no a olvidar” cuando la ofensa a los nacionales ha sido demasiada y no se puede curar con una simple frase.
“Y ya que tocaste el punto”, como dijo aquel. AMLO en forma inteligente se va sacudiendo el calificativo de “violento” que le colocara el supremo gobierno y sus aliados, aunque sin dejar de responder como debe, a las fantasías inventadas por “la inteligencia” tricolor que rayan en el ridículo…dicho sea pa’ no llamarlas de alguna fea manera.
Por cierto que en una de sus últimas ediciones The New York Times asegura que AMLO ya logró sacudirse la presunta semejanza con Hugo Chávez que le acreditaban sus enemigos, mismos que ahora lo ubican más cerca al ex presidente Lula de Brasil.
No olvidéis que “El peje” no habla ni de expropiaciones ni de enemistarse con el imperialismo gringo.
UAT, REFLEJO DE SUPERACIÓN
Algunos trascendidos aseguran que no pasará el presente mes sin que se conozcan los nombres de quienes ocuparán los cargos pendientes en la UAT.
Ya sabe, es cosa de los acostumbrados ajustes políticos, sin embargo es bueno reconocer que dicho proceso no ha influido en la buena marcha de la máxima casa de estudios.
Asegurase también que el Rector José Suárez Fernández ha propuesto a las personas idóneas a los respectivos puestos y que cuenta con el respaldo suficiente para hacer de la UAT un reflejo de los propósitos de superación y desarrollo de los tamaulipecos.
Hay mucho trabajo por delante y el Rector lo sabe…habrá que empezar por cumplimentar el Patronato universitario que desde hace tiempo carece de cuatro de los siete miembros con que debieran contar.
Para bien del estado no se debe perder de vista lo que siempre hemos señalado es decir, que la UAT es el más auténtico patrimonio de los tamaulipecos.
Y hasta la próxima.
Discussion about this post