Felipe Martínez Chávez
Cd. Victoria, Tamaulipas.- El jefe de Morena y asociados, Andrés Manuel López Obrador, decidió que el candidato a senador de mayoría por Tamaulipas sea el médico Américo Villarreal Anaya.
Y eso ¿Nos beneficia, nos perjudica o todo lo contrario?
Si bien no es conocido en Tamaulipas entero, el nombre de su padre el ex Gobernador le podría generar simpatías.
La segunda fórmula, destinada a una mujer, será para la profesora Ma. Guadalupe Covarrubias Cervantes, de Tampico, una ilustre desconocida fuera de la zona sur.
Al darse la confirmación por parte de los órganos centrales (Léase Don Manuel), quedan definidos los abanderados de los tres principales partidos y sus coaliciones.
Por PRI -en el poder federal- van Yahleel Abdala Carmona y Alejandro Guevara Cobos, respectivamente originarios de Nuevo Laredo y El Mante.
Como candidatos del PAN -que es poder estatal- están palomeados Ismael García Cabeza de Vaca, hermano del Gobernador, y María Elena Figueroa Smith, residentes de Reynosa y Tampico.
Los mandos morenos decidieron el fin de semana por el cardiólogo victorense. No cuenta con antecedentes en las urnas, solo administrativos.
Para tratar de salir adelante en su proyecto tendrá que utilizar muy bien la figura de su padre ya difunto, que la comunidad estatal califica como uno de los Gobernadores más eficientes y humanistas de Tamaulipas.
Dinero para invertir en la campaña no tiene. El partido y asociados (MC y PT) tampoco se lo darán.
En lo personal el Junior carece de capital social y político. En los desempeños administrativos de la secretaría de Salud, no fue capaz de emprender programas de beneficio colectivo por los cuales se le recuerde ahora.
Como futuro político, muy incierto y lejano, le será difícil que encuentre quién le quiera aportar recursos en efectivo con la esperanza de que será figura política de primera línea.
Si gana la senaduría podría estar en las boletas del 2022 para enfrentarse -otra vez- con García Cabeza de Vaca, pero ahora por la gubernatura.
En caso de perder la de mayoría le queda el recurso de la primera minoría. Encabeza la primera fórmula.
Dejó atrás a otros aspirantes que fueron de relleno, Enrique Torres Mendoza (el jefe estatal) y Jaime Moreno Garza.
Y quedaron fuera elementos que bien pudieron haber levantado votos para la causa pejista como Felipe Garza Narváez, que abandonó las filas del PRI, y José Ramón Gómez Leal, antiguo militantes del PAN y más tarde independiente.
Respecto a la profesora Covarrubias Cervantes no hay muchos antecedentes, solo que en el 2015 fue candidata de la causa de AMLO a la diputación federal por el VIII distrito, pero perdió (de haber ganado estuviera terminado la legislatura).
Junto a ella se apuntaron Irma Sáenz Lara, arroz de todos los moles en Victoria y Martha Gómez Hernández, de El Mante.
Si no hay una «fe de erratas», a las que son muy afectos los de Morena, Villarreal y Covarrubias serán los candidatos al Senado de la República (recuérdese que pueden hacerse cambios hasta el 20 de junio).
Hay que advertir que, la segunda fórmula, según el convenio que firmó Morena con el PES, le correspondía a este último. Los perversos hermanitos Pineda Morín doblaron las manos
Tratando de «sanar heridas», la resolución pejista que decidió por Américo como primer fórmula señala: «Los procesos de selección no son para satisfacer los propósitos de todas las personas que participan en ellos, por legítimos que sean éstos, sino para fortalecer a todo el partido político».
Si el movimiento de AMLO queda en segundo lugar de votación por el Senado, de todas maneras Villarreal Anaya ocuparía un escaño con posibilidades de apuntarse para la sucesión gubernamental de dos años. Si pierde deberá regresar a la fría banca y a su consultorio de cardiólogo.
Los demás partidos, los que no van en alianza, como Verde y Panal, no corren prisas por presentar a su gente. Falta tiempo para que cierren los plazos. El registro ante el INE termina el 18 de marzo. Las campañas arrancan el 30 del mismo mes.
En ocasiones, cuando un partido trae rating, los grupos desesperan y se aceleran. A veces la prensa es la que come ansias.
La verdad es que no hay prisa. Los tiempos están holgados.
En fin de semana los partidos emitieron las primeras listas plurinominales rumbo al Senado. El mismo Morena hizo una mezcolanza de chapulines que ocuparán los primeros lugares.
Así tenemos a un ex priísta llamado Napoleón Gómez Urrutia, que a lo mejor a usted le es familiar. Está refugiado en Canadá porque en México tiene varias órdenes de aprehensión.
También va German Martínez Cázares, ex dirigente nacional del PAN (¿En qué quedamos?), Efigenia Martínez, de las fundadoras del PRD, y Ricardo Monreal Ávila (que acaba de andar en ciudad Victoria como turista).
Estas chambas son las que no cuestan, no se gasta en campañas.
El PAN también definió a sus primeros pluris, donde destaca el chaquetazo de Miguel Ángel Mancera, ahora mismo jefe de gobierno de la Cdmx. Va para senador por la bancada azul.
Y le valió andar de agitador por el país, tratando de ser candidato presidencial, al señor Rafael Moreno Valle. Ocupa ya un lugar privilegiado en la lista, propuesto por el Estado de Hidalgo.
Regresa Doña Josefina Vázquez Mora, la Cuchi-Cuchi ex candidata presidencial.
No vemos a tamaulipecos.
Antes de retirarnos, son muy comentadas las declaraciones de la candidata del PRI a la diputación federal por el V distrito, Alejandra Cárdenas Castillejos, en la convención de delegados en que ella y sus otros ocho compañeros fueron ungidos.
Ya no más deslealtades (de militantes), ni fracciones ni escurrimientos, «quien no quiera seguir (en el PRI) que se vaya».
Si a los varones les faltaron pantalones, a ella no.
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