Anecdotario

Por Pegaso

Reynosa, Tamaulipas.-  Andaba yo volando allá, por el rumbo de la colonia Del Prado, donde en un conocido hotel de por aquel rumbo se realizaba una rueda de prensa por parte de la bancada del Partido Acción Nacional, encabezada por el inefable líder parlamentario Kiko Elizondo.
Llegué a tiempo para conocer la temática de la conferencia, donde el PAN pretende ahora retomar el tema de la disminución del IVA del 16 al 8% en la frontera norte del país, revirtiendo el criminal ramalazo que el gobierno de Peña Nieto diera a los habitantes de esta región limítrofe al subir del 11 al 16% en el 2013.
Pero como que me sonó a clientelismo político. Ya veremos si continúan en su postura después del 1 de julio, cuando concluyan las elecciones de este año.
Por lo pronto, lo que más llamó mi atención fue la serie de cantinfleadas que se aventó el buen Kiko.
Dijo primero que la alcaldesa Maki va en primera posición en las plurinominales, pero casi inmediatamente dijo que irá en la octava; y agregó que lo más probable es que sí llegue a pisar San Lázaro, ya que con los números que maneja el PAN, les alcanza hasta para 18 diputados en la Segunda Circunscripción en la que se encuentra Tamaulipas.
Pero no vayan a creer que las ambiguas declaraciones de don Kiko le servirán para participar en busca de la codiciada estatuilla dorada El Pegaso de Oro. Recordemos que para participar solamente califican los candidatos y candidatas, y se tomarán en cuenta sólo las cantinfleadas que digan durante la campaña constitucional que empieza en abril.
El tema me recuerda que ayer, precisamente, tuve la oportunidad de mantener una interesante charla con el sobrino nieto de Cantinflas.
Giovanny Barrios Moreno nos platicaba algunas sabrosas anécdotas de su ilustre pariente.
En cierta ocasión, uno de los hijos del genial mimo mexicano le pidió que lo llevara al circo Atayde.
Don Mario Moreno Reyes, el nombre completo de Cantinflas le respondió que eso era imposible porque no quería causar alboroto en el circo y echar a perder la función.
La insistencia del infante fue tanta, que al día siguiente los habitantes de la exclusiva colonia donde vivía la familia se sorprendieron al ver desfilar por las calles los enormes elefantes y los coloridos payasos. ¡Cantinflas le había llevado el circo a su hijo!
-¿Era Cantinflas igual que en sus películas? -le pregunté a Giovanny Barrios.
-No. Era demasiado serio -contestó.
Tan reservado era que su propio hijo no sabía que era vástago del famoso personaje, hasta que un compañerito de la escuela se lo dijo.
El anecdotario es infinito. Cantinflas, el personaje, fue reconocido a nivel internacional y se le llegó a comparar con otras grandes figuras del espectáculo mundial, como Chaplin.
Ambos son casos en que el personaje opaca a la persona real.
La gran mayoría de las películas en las que participó Mario Moreno lo hizo en el papel de Cantinflas.
Lo vimos, por ejemplo, en la producción holliwoodense La Vuelta al Mundo en 80 Días, donde interpretó a Picaporte, el leal sirviente del aventurero Phileas Fogg; lo vimos también en El Bolero de Raquel, donde aparece en una escena icónica bailando al ritmo del Bolero de Ravel, al lado de una curvilínea chica vestida con entallado vestido rojo.
Cantinflas ha sido inspiración para muchas otras producciones, como aquel famoso Cantinflashow, una serie de dibujos animados producida en España.
También programas infantiles, como Chiquilladas, fue el foro para que Carlos Espejel interpretara a Carlinflas, una parodia del personaje creado por Mario Moreno.
Allá, en la década de los ochenta, Eduardo Manzano El Polivoz quiso hacer un personaje muy parecido, llamado El Chachalaco.
Vestido casi de la misma manera que Cantinflas, con un sombrerito ridículo, bigotitos ralos y pantalón sujetado por un mecate, jamás le hizo siquiera sombra al divo de la gabardina.
Dejémonos de cantinfleadas y disfrutemos del refrán estilo Pegaso: «Al pueblo, pan y circo». (A los naturales de una región o país, hogaza elaborada con semillas de la especie Triticum spp y espectáculo circense).