Max Ávila
* El autor es Premio Nacional de Periodismo 2016.
Cd. Victoria, Tamaulipas.- No hay forma de negar que el supremo gobierno entró de lleno al proceso electoral, desde luego a favor del PRI y José Antonio Meade su presunto candidato presidencial. Basta ver y escuchar la publicidad oficial donde se entremezcla la frase: “queremos que lo bueno siga contando” lo cual implica la sugerencia de que hay que votar por el tricolor o atenernos a las consecuencias.
En este sentido se habrá dado cuenta que en los últimos días funcionarios de primer orden hacen lo propio. Tal cual ha sucedido, entre otros, con el presidente Peña Nieto, Alfonso Navarrete Prida (Gobernación) y José Antonio González Anaya (Hacienda). El primero calificando de “irracional” el enojo social que podría llevar a un resultado fatal a su partido, el segundo llamando a no votar por el anti sistema y el tercero suponiendo graves riesgos financieros en caso de que la república cambie de rumbo político. (Ya sabemos hacia dónde).
Por otra parte fue notoria la presencia de varios secretarios de estado y diversos funcionarios federales durante el cierre de pre campaña de Meade en la tierra de EPN y Alfredo del Mazo. Además pa’ que no quedara duda hicieron el viaje en el avión presidencial.
No hay duda entonces de que el supremo gobierno es el protagonista que faltaba en el proceso que se intuye como el más importante de los últimos tiempos, con la diferencia de que lo hace instalado en el poder, con todo lo que esto significa.
Sin embargo al parecer hay otras formas de operar, como obligar a los gobernadores, sobre todo a los surgidos del PRI, a apoyar sin medida a Meade y se supone que ya lo están haciendo según evidencias en algunos estados como el de México, Jalisco, Coahuila, etc.
Y para otros que se resisten, el gobierno federal estaría en la posibilidad de utilizar “el convencimiento” a través de la secretaría de Hacienda por aquello del regateo o la suspensión de partidas presupuestales a los correspondientes estados.
En estos casos se trata de que las autoridades locales “controlen” el proceso, especialmente el primero de julio. Y no solo para que no haya violencia o inconformidad, sino algo más que incluye el probable manipuleo de la votación…vamos a ver hasta dónde lo logran.
¿QUÉ TAL EL INE?
Recordad la creciente desconfianza hacia el INE organismo cuyo consejero presidente Lorenzo Córdova (que de “lorenzo” no tiene nada porque todo lo hace bien “cuerdo”) permanece en el puesto más por convenir al sistema que por su capacidad varias veces puesta en evidencia.
El asunto no es menor. Recién al presidente Peña Nieto se le escuchó decir, palabras más, palabras menos, que los mexicanos no deberían tomar decisiones de las que podrían arrepentirse.
Mientras tanto, como en este país la información oficial hay que situarla en el significado opuesto, no extraña que el boletín derivado de la “urgente” reunión del gabinete el domingo anterior en Los Pinos destacara el exhorto presidencial para “el absoluto respeto al proceso electoral”.
Hay que dar la interpretación debida al llamado en cuestión tomando en cuenta el estado de “shock” en que se encuentra el régimen tricolor.
Lo cierto es que transcurrida la etapa de precampañas, el supremo gobierno toma las riendas del proceso aprovechando el espacio en que la participación de partidos y presuntos candidatos se reduce. Por lo tanto no dudéis que una sofisticada estrategia está en marcha sobre todo para perjudicar a “ya saben quién” y a su partido, con la participación incluso de especialistas en “guerras sucias” internacionales…AMLO lo sabe, por eso les molesta que se los recuerde cada ocasión que tiene oportunidad.
“BRONCO” Y TRAMPOSO
Nada quita la idea al columnista que Jaime Rodríguez “El bronco”, será utilizado contra AMLO desde su posición de “independiente”. Se trata de provocarlo en la manera como lo estila el gobernador con licencia de Nuevo León logrando que “El peje” caiga en errores de alto costo electoral.
La manera fácil en que Rodríguez logró las firmas requeridas Rodríguez llamó a la duda que ahora parece encontrar una explicación tras la sospecha de que el INAPAM utilizaría credenciales de elector cuyos titulares sin saberlo, apoyarían con sus firmas los afanes de “El bronco” y de algún o alguna otra “independiente”.
En caso de comprobarse, el organismo habrá cometido un grave delito por el que tendrá que responder, digo, si es que las autoridades respectivas no le hacen al “tío Lolo”.
Por lo pronto queda claro que el supremo gobierno “le va a todas” y de esto no escapa ni “la tercera edad”.
SUCEDE QUE
Aplausos para Edgardo Melhem Salinas quien tiene el valor de enfrentarse a Sagarpa al defender a los productores norteños. Le traerá consecuencias, pero ¿qué más da cuando le arrebataron la posibilidad de convertirse en senador de la república?, digo yo.
Y hasta la próxima.
Discussion about this post