Agencias
Madrid.- El cumpleaños número 33 del delantero llega en un ambiguo momento de transición entre ser leyenda viva del Real Madrid y simplemente leyenda.
El paso del tiempo se ensaña con Cristiano, que hoy no está para fastuosas celebraciones, pues ha empezado a perder el halo de héroe.
En menos de una década como merengue ha logrado batir más de 50 récords de la institución asegurándose un lugar privilegiado en la historia del club como uno de los más grandes en la mitología blanca. Ha dejado atrás a los grandes mitos, Alfredo Di Stéfano y Raúl como máximo goleador histórico con 426 goles en 421 partidos con el Real Madrid y contando.
Pero el simbólico paso a la madurez sorprende al atacante en sus horas más bajas como merengue. Tras un complicado juicio por evasión fiscal ensombreciendo su temporada desde el minuto uno, su relación con la directiva se debilita día a día desde el verano en que una publicación portuguesa cercana a Gestifute, la agencia que lo representa, cimbró al madridismo anunciando que planeaba marcharse al término de esta campaña al no sentirse respaldado en sus líos legales.
El tirante verano fue presagio de una temporada que bien podría marcar el principio del fin.
Ha sido un año duro para el conjunto merengue, que en seis meses ha pasado de ser el equipo que lo ganó casi todo – Liga y Champions, con Cristiano como principal artífice con 12 tantos anotados – al que pende de un hilo.
Las miradas empiezan a postrarse en el portugués como uno de los responsables del fracaso de la campaña 2017-18. Sigue siendo el goleador de referencia de los merengues, pero cada vez le cuesta más.
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