Por Agencias
Nueva York.- La Unión de Libertades Civiles de Nueva York (NYCLU por su siglas en inglés), presentó una demanda contra la Oficina de Reasentamiento de Refugiados (ORR) cuya labor es reunificar a niños con sus familias pero que ha frenado la liberación de menores detenidos por tiempo prolongado debido a una nueva política del gobierno del presidente Donald Trump.
La denuncia fue ingresada el martes pasado ente una corte federal de Nueva York, a nombre de un menor salvadoreño de 17 años, identificado como LVM, quien fue arrestado en julio de 2017 en su casa en el suburbio de Long Island como parte de una ofensiva lanzada por el gobierno federal contra presuntos miembros de pandillas relacionadas con el MS-13.
Su “delito”, según la demanda fue haber sido suspendido de la Escuela Secundaria Bellport, en el condado de Suffolk, por hacer una seña obscena con los dedos del medio a un compañero de clase. Las autoridades de la escuela confundieron ese gesto con señas de pandillas.
En documentos presentados antes la corte, la ORR acusó vagamente a LVM de usar “ropa de pandillas” y tener “tatuajes de pandillas”, pese a que el menor no tiene ningún tatuaje.
“Mi hijo pregunta por qué tarda tanto (su liberación) y lo único que puedo decirle es que tenga paciencia, que se porte bien y que rece para que pronto pueda volver a casa conmigo”, declaró Edith Esmeralda Mejía de Galindo, madre del menor.
Y añadió que las autoridades le piden cada vez más documentos, que ella ha debido ofrecer en numerosas ocasiones.
LVM, no tiene antecedentes penales ni participación en pandillas y fue detenido durante siete meses, pese a que un juez de inmigración, un supervisor local de la ORR y los cuidadores en las instalaciones donde se encontró concluyeron que no representa un peligro, según la NYCLU.
De acuerdo con la demanda de la organización, al menos 40 menores de edad se encuentran detenidos en Nueva York bajo circunstancias similares, por lo que formarían también parte de la demanda colectiva.
“El gobierno de Trump está atrapando en el purgatorio a niños, muchos de los cuales vinieron a Nueva York para escapar del trauma y la violencia, separándolos de sus familias y poniendo fin a sus vidas”, expresó Donna Lieberman, directora ejecutiva de la NYCLU.
En un comunicado, Lieberman subrayó que es problemático el arresto de niños sobre la base de pruebas endebles, como en el caso de LVM, y que es incluso más difícil “comprender la crueldad de mantenerlos encerrados incluso después de que los propios jueces y representantes del gobierno hayan dicho que deberían irse a casa”.
LVM emigró de El Salvador a Estados Unidos en mayo de 2016 con su madre y su hermano luego de que miembros de una pandilla lo atacaran. La familia solicitó asilo y permanece en procedimientos judiciales de inmigración.
Según la NYCLU, el menor es uno de las docenas de adolescentes que fueron arrestados y detenidos por la Oficina de Inmigración y Aduanas (ICE) en Nueva York como parte de la campaña de la administración de Trump contra supuestos pandilleros con base solo en informes de escuelas.
En julio del año pasado, la NYCLU informó que ICE había comenzado a arrestar adolescentes con base en rumores infundados de su participación en pandillas, y advirtió a la ORR que colocar a menores en detención, a menudo a miles de kilómetros de su hogar, viola sus derechos.
“El gobierno de Trump ha subvertido por completo las leyes diseñadas para proteger a los niños inmigrantes vulnerables bajo el cuidado de la Oficina de Reasentamiento de Refugiados”, afirmó Paige Austin, abogada del NYCLU.
Austin agregó que “mucho después de que se reúnen con sus familias, los adolescentes inmigrantes son detenidos indefinidamente mientras esperan que los funcionarios de la administración Trump firmen su liberación”. (apro).
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