Felipe Martínez Chávez
Cd. Victoria, Tamaulipas.- Se destapó con toda su fuerza la lucha intestina por el control del gremio magisterial. La «patrona», mejor conocida como «mamá grande», quiere regresar por sus fueros de la mano de Andrés López Obrador.
En Tamaulipas habrá sus consecuencias.
El cacicazgo quiere regresar. Es más, no se ha ido, está latente desde que Elba Esther Gordillo fue encarcelada.
La lucha es de los gordillistas contra Juan Díaz de la Torre, el dirigente formal quien, de paso, amenaza con otro cacicazgo. Acaba de ser ratificado como jefe nacional.
Rigoberto Guevara Vázquez, el secretario de la Sección 30, ha sido institucional. Sin embargo ahí están los hijos de «la maestra», los tres tristes tigres que comieron de la mano de la señora. Los llevó al poder y le fueron y siguen siendo fieles. En su tiempo los incrustó en el CEN.
La emisaria de la familia Gordillo es Erika Crespo Castillo, sin olvidar a Cecilia Robles Riestra, que quisieron llegar a la jerarquía estatal por la vía del influyentismo.
Hay un cacicazgo latente. Siguen «vivos» Arnulfo Rodríguez Treviño, Oscar Martín Ramos Salinas, Enrique Meléndez Pérez, Noé Rodríguez García, Guadalupe López Tijerina, entre otros. Llegaron con los favores de la mujer. A uno lo hizo senador y a otros diputados federales.
El SNTE es tierra fértil para los cacicazgos. En su historia ha tenido tres, el más largo el de Elba Esther por casi 24 años.
Aquí mismo se recuerda el férreo control de un Jesús Cervantes Sánchez, residente de Miguel Alemán, quien por largos años decidió sobre la 30.
No se concibe que, en el gremio más numeroso de América Latina, que se entiende conformen entes pensantes de avanzada, los responsables de educar a las nuevas generaciones, aparezcan como simples borregos.
A esta alturas, cuando la familia de gordillistas trabajan abiertamente por López Obrador, cabe preguntar ¿Qué va a suceder si gana la Presidencia?. Lo menos es su retorno a la dirigencia con su gente y familia.
Lo más grave que López y sus colaboradores den marcha atrás a la reforma educativa y, una vez más, el gremio regrese a los caminos de corrupción con la asignación directa de plazas o venta de las mismas.
Elba Esther fue encarcelada por ser un obstáculo para la reforma educativa. Si regresa al poder -como se lo tiene prometido AMLO- con ella volverá la corrupción.
No tardan en aparecer por territorio cuerudo elementos como Fernando González Sánchez, yerno de Elba, o el nieto René Fujiwara. Si llegan acompañados por los hijos de la chiapaneca, no hay duda que habrá desgrane.
Por lo pronto el mando político de Tamaulipas se ha dedicado a «enamorar» al magisterio, los jaló y parecen vivir un acuerdo tácito. El objetivo es evitar que vayan a caer en las redes pejistas.
Así parece entenderse mejor que los del PANAL no hayan ido en alianza con el PRI en las alcaldías locales.
Diez en uno. El PRI decidió juntar las asambleas electivas de senadores y diputados federales. Serán este viernes en la Universidad La Salle.
Es algo extraño porque estaban previstas convenciones en cada uno de los nueve distritos, para lo cual se designaron delegados. Al menos, en teoría, es lo que dice la convocatoria.
Otro de los problemas es que la jornada será a las doce del día, hora en que no pueden asistir alcaldes ni funcionarios de los gobiernos tricolores (tampoco de otros partidos), so pena de ser sancionados por los órganos electorales.
De todas maneras es lo mismo. Solo hay un candidato por cada distrito y las fórmulas de senadores. Nada pasará si vienen de todos lados o faltan.
Causó consternación en Altamira, la decisión del IETAM de exonerar a la alcaldesa Alma Laura Amparán de delito electoral, por hacer circular un camión recolector de basura (pudieron ser más) con dos banderolas del Partido Acción Nacional, el partido en el poder.
El sentimiento es que el árbitro debió haber sacado de perdido una amonestación, una tarjeta amarilla para que no se vuelva a repetir.
La denuncia fue presentada por el priísta Javier López Gutiérrez, aspirante a diputado y senador, quien no ha dicho si apelará a los tribunales.
Evidente que no pueden ser actos anticipados de campaña. Las fotografías de la unidad de limpia con el «cuerpo del delito» fueron tomadas el 9 de septiembre en calles de Villa Cuauhtémoc.
Mínimo se esperaba una «amonestación pública», un coscorrón o un llamado al orden para que no sigan promoviendo a los partidos con recursos públicos.
Tema aparte, mire que ya van muchos y se suma otro. Don Luis Sottil Cicero presentó su renuncia al Instituto Tamaulipeco para la Cultura y las Artes. Desde un principio se vio que no encajaba. Su renuncia (cese) ya era esperada.
Hace cinco días hizo boletinar que fue reconocido como «el artista tamaulipeco del año» en un evento en la ciudad de México, organizado por el Patronato de la Casa de la Cultura de Tamaulipas.
Los autoelogios: «Un artista universal con singular talento y sensible habilidad por el dibujo y la pintura, que lo llevó a crear el movimiento de pintura que hoy se conoce como El Naturalismo».
En lugar de impulsar a los artistas y hombres y mujeres de cultura de la entidad, se dedicó a promocionarse.
Se mantendrá como asesor en materia de cultura.
Si hablamos de corrupción, el Auditor Superior, Jorge Espino Ascanio, menciona que en la auditoría realizada al gobierno estatal, ayuntamientos y 106 órganos descentralizados, no han sido ubicadas entre 15 y 20 empresas que realizaron trabajos o servicios y se les pagó en el 2016.
Los trabajos de fiscalización siguen adelante y, si no hay rastro de ellas, se les declarará «fantasmas» y vendrá el turno a la Fiscalía Anticorrupción. Buena labor.
Sin embargo, parece que el fiscal Javier Castro Ormaechea no está cumpliendo bien con la tarea. Ya va para un año y…nada. Ni peces gordos ni flacos.
Digamos que el trabuco para castigar a los corruptos se da en la fiscalía autónoma e independiente.
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