Felipe Martínez Chávez
Cd. Victoria, Tamaulipas.- Pues que ya empezó la corrupción -retomó su camino- en la Secretaría de Salud a cargo de Doña Gloria Molina Gamboa y ella, por falta de confianza y de poder, es incapaz de parar en seco los responsables.
Los nuevos funcionarios batallaron pero terminaron por aceptar que es menos complicado sumarse a las prácticas ancestrales de la venta de plazas, que cumplir en el marco de la Ley.
Aparte, hay voracidad. Llegan a los cargos administrativos y quieren todo.
La versión (no hay recibos firmados) dice que el responsable es un hombre que se hace llamar contador público con domicilio en la colonia Rodríguez, de Reynosa.
Entre 1984-1992 trabajó para Casa Gerardo Ferretera; de 1992 a 2005 en Tarimex, fábrica de tarimas, proveedor ferretero de Reynosa, y más tarde, hasta el año pasado, en Fyasa fletes y acarreos de aquella misma región. Propietario absoluto.
Pidió licencia en sus empresas porque se vino a ciudad Victoria a hacerse cargo de una buena chamba en el área mencionada.
Precisamente de comienzos de este siglo vienen deudas que tenía -ya no las tiene- con la proveedora Conner Industries Inc., con residencia en el lado gringo, dedicada a los derivados de la madera.
Bueno para la transa, pero…
Después de 13 años de litigio, de no querer pagar, la autoridad le requisó un terrenito de 441 metros cuadrados ubicado en la colonia Narcizo Mendoza, en la misma fronteriza, que fue valorado en un millón 580 mil del águila.
Esto ya pasó, lo interesante ahora es que el hombre -con el auxilio de su secretario privado- sacaron al mercado la venta de códigos (plazas) a cualquier interesado o interesada en la chamba.
Como buenos comerciantes con sentido social hay «abonos chiquitos» y facilidades para pagar.
Si el costo total de la plaza es de 50 mil del águila, hay un «enganche» de nueve mil y el resto en abonos.
Para no «maltratar» el bolsillo de los clientes, las letras son de dos mil varos por quincena.
Sus compañeros de secretaría mencionan al tipo como «un higadito», lo que quiere decir bilioso, y fue el encargado de poner de patitas en la calle a más de cinco centenas de empleados que no tenían función específica en la secretaría, o cobraban sin chambear. Los famosos «aviadores» de los sexenios priístas.
Pero a él se le pasa la mano como jefe. En ocasiones -no siempre- trata a la gente con las patas.
Se dice contador público por la Universidad Regiomontana (UR de Monterrey) – según su currículum de las páginas oficiales-, pero la respectiva cédula no la encontramos en el Registro Nacional de Profesiones.
Agrega que es una «chucha cuerera» en lo que sea», un todólogo: Manejo del idioma inglés, diplomado en recursos humanos, planeación estratégica, administración básica y sistema de evaluaciones y controles.
Pues bien, solo transmitimos la denuncia y recomendamos al señor y su colaborador que hace las veces de «vendedor», para que tengan cuidado. Los están observando. Los castigos no vendrán de la chiapaneca -«que tiene abandonado el negocio»- sino de Palacio de Gobierno. Es a donde llegan las denuncias.
Antes de dejar el tema, la versión afirma que en realidad la corrupción nunca se fue del sector salud, ahí continúa y seguirá por los siglos de los siglos. El dinero mal habido es muy sabroso.
Si cambiamos, está más que anunciado que este miércoles el PRI publicará -por fin- su convocatoria para nombrar candidatos a las 43 alcaldías. Va solo, sin socios ocasionales y traicioneros.
Hay que tomarlo con reservas: Ningún partido político tiene palabra, y menos practica la democracia.
De ser cierto que llegó el momento de arrancar la selección de sus abanderados, el registro interno sería entre sábado y domingo. Muerte rápida a los perdedores para que no haya pataleo. Es el sello de la casa.
Los jefes tendrán que ver también, si a la Comisión Estatal de Procesos Internos se le concede la atracción de tomar decisiones en algunos municipios, o en todos. Quedaron en privilegiar la concertación local.
Se sabe que en los 14 municipios ya en manos del tricolor no tiene mucho problema, la mayoría irán a reelección. En el resto tienen compromisos con mujeres y varones. No habrá sorpresas.
El INE resolvió lo que no pueden hacer los candidatos en el periodo de intercampañas. Fue a petición del jefe de Morena, Andrés Manuel López Obrador, que emitió resolución.
Don Manuel lo hizo para no cometer errores que lo pudieran descalificar. De paso va para todos los aspirantes a puestos de elección.
Puedan hacer visitas a grupos pequeños, andar por la calle, ir al cine y a la playa pero no promocionar el voto ni su programa de trabajo. Nada de propuestas como esa de construir seis refinerías de petróleo y crear un tren bala entre ciudad Victoria y Matamoros.
No debates entre los candidatos y menos a través de los medios de comunicación. Pueden asistir individualmente a foros o mesas redondas (no más de uno) pero con la misma advertencia sobre el proselitismo.
Está permitido conceder entrevistas de prensa abarcando temas individuales de cada uno. Igual, no promesas o promoción del voto, mencionar la realización de alguna obra o acción, como esa de vender el avión presidencial y desaparecer el CISEN.
Si alguno de los aspirantes a Los Pinos cree que a boca cerrada no entra mosca, más vale.
Este miércoles tiene reunión de consejo la gerencia estatal del INE. Analizarán proyectos de resolución sobre recursos de revisión interpuestos por el partido Morena, que no está de acuerdo con diversas actividades del árbitro electoral.
Al final del día siete aspirantes independientes al Senado cumplieron los requisitos. El de Tamaulipas, Luis Gerardo Hinojosa Tapia, fue puro cuento. No es lo mismo echar pico que trabajar.
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