Por Pegaso
Reynosa, Tamaulipas.- (Se escucha música de fondo característica de un programa radiofónico de aventuras y una voz que grita gallardamente: ¡Peeeejeeeemaaaannnn! Enseguida entra el narrador).
Narrador: Caballero con los morenos…, galante con los petistas…, tierno con los pesistas… ¡Implacable con los prianistas! Así es…, (Entra nuevamente la música) ¡Peeeeejeeeemaaaaannnnn, el peje increíble!
(Nuevamente entra el narrador).
-Narrador: Pejeman, en su nueva y enigmática aventura donde el suspenso y la emoción nos llevarán a los más increíbles escenarios políticos, en aquel país repleto de prietos y morenos. ¿Qué peligros acechan a Pejeman y a su inseparable amigo Jolín? ¿Lograrán escapar de la muerte que seguramente les preparan sus cobardes enemigos?
(Entra nuevamente la música para introducir la voz del narrador).
-Narrador: Pejeman y su pequeño amigo Jolín llegan a las enigmáticas tierras de aquel país repleto de prietos y morenos. No sabe que ahí le espera el peligro y la traición, ya que es gobernado tiránicamente por una secta de criminales llamados Los Prianistas.
Su Jefe, Salinón, mantiene un control férreo sobre sus esbirros y ha logrado que su cómplice Perfenieto impulse a otro de sus compinches para seguir en el poder.
Este último, conocido como La Meadaña Blanca se hace acompañar por otro individuo llamado Richard Canaya, cuya principal arma es el dominio del francés y la guitarra jaranera.
-Pejeman: Mirrra, Jolín, hemoj llegado a nuejtrrro dejtino.
-Jolín: Pero, Pejeman, si estamos enmedio de la selva con una tribu de prietos. Y nos están mirando con ganas de comernos.
-Pejeman: Jerrrenidaaaaad, jerrrenidad y pajienjia, mucha pajienjia, mi pequeño amigo. Ejtaj perrrjonaj me apoyan parrra rrrecuperrrar el contrrrol del paij. Lej he dicho que yo joy ju rrrayito de ejperrranja, ají que ya noj ejperrraban.
-Jolín: ¡Ahhhh, bueno! ¡Mira, ahí viene el jefe!
-Pejeman: Ají ej, Jolín. El jefe Burrrundanga ej un buen amigo. Aquí ejtá él. Jaluda, muchacho.
-Jefe Burundanga: Yo saludarte, Pejeman. Tú ser gran amigo que venir a salvar a mi país. El malvado Salinón y su cómplice Perfenieto habernos empobrecido; nosotros llevar una vida miserable porque todo haber subido de precio, además de cobrarnos muchos impuestos y generar violencia.
-Pejeman: No te prrreocupej, mi querrrido amigo. Pejeman ejtá aquí parrra lucharrr contrrra toda injujtijia…
-Jefe Burundanga: ¿Contra toda qué, tú decir?
-Pejeman: Injujtijia, lo que no ej jujto…
-Jefe Burundanga: ¡Ahhh! Mí caer. Tú decir injusticia. ¡Tú siempre hablar en tabasqueño y nosotros no entender! Pero, pasar a mi choza para explicar más a detalle.
-Narrador: Pejeman se introduce en la estrecha cabaña construida hábilmente por los artesanos de aquel país, acompañado por su inseparable Jolín. Mientras tanto, en Los Pinoles, la guarida de la banda de Los Atlacomulcos…
-Perfenieto: ¡Canaya! ¡Llama a la Meadaña Blanca! Vamos a preparar la elección para que se quede en mi lugar, tal como lo manda nuestro amo Salinón.
-Canaya: La Meadaña es alguien del que nos sentimos profundamente orgullosos, ha ocupado tres secretarías y esto es una consecuencia, sí de su preparación y de su verticalidad.
-Perfenieto: ¡Ya, ya! No seas lambiscón! Ve a decirle que lo espero.
-Locutor: Y mientras los poderosos personajes traman el fraude para perpetuarse en el poder, Pejeman se dispone a investigar. Gracias a sus amigos los prietos y morenos logra colarse en Los Pinoles, acompañado de su inseparable compañero Jolín.
-Jolín: ¡Pejeman, mira!
-Narrador: Jolín ha descubierto los enormes perros que vienen directo a ellos dispuestos a despedazarlos.
-Pejeman: ¡Ejperrra, Jolín!¡Ejperrra!
-Jolín: ¡Qué perra ni qué nada, Pejeman! Son dos enormes mastines que vienen dispuestos a despedazarnos.
-Locutor: Las recias y musculosas manos de Pejemán se tensan, esperando el ataque de los animales. De pronto, del interior de su casaca de seda blanca, adornada con un cinturón con incrustaciones de joyas preciosas saca un suculento bistek que arroja a más de cincuenta metros.
-Pejeman: ¡Ja, ja, jaaaa! ¿Ya lo vej, Jolín? No hay fuerrrja máj poderrroja que la mente humana! Y quien domina la mente lo domina todo.
-Jolín: ¡Bravo, Pejemán! Pero a ver si traes otro bistek para aventárselo a esos veinte guardias que ahora nos apuntan con sus armas.
(Se escucha la música estridente despidiendo el capítulo).
-Locutor: ¿Qué hará Pejemán para salvarse de este nuevo peligro? ¿Lograrán burlar él y el pequeño Jolín a los guardias del terrible Perfenieto?¿Podrán desbaratar sus malvados planes?
(Nuevamente la música, y el grito de la gallarda voz).
-Gallarda voz: ¡Peeeeejeeeemaaaannnn, el peje increíble!
(Se escucha el jingle de la estación).
-Jingle de la estación: Erre ce ene, ¡la que le gusta a usted!
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