Max Ávila
*El autor es Premio Nacional de Periodismo 2016.
Cd. Victoria, Tamaulipas.- Las precampañas de aspirantes a la presidencia de México concluyen el once del mes en curso. Usted preguntará si de algo han servido cuando la república debiera estar ocupada en solucionar problemas de mayor gravedad y no desviar la atención en este proceso que solo compete a los partidos en pugna.
Tiene razón, hay asuntos más serios pero viera que uno de los objetivos oficiales fue justamente aminorar la tensión respecto de las circunstancias sociales que traen de cabeza al sistema.
Y creo que hasta ahora se consiguió aunque con alto costo toda vez que en gran medida y salvo honrosa excepciones, este período muestra las carencias de una clase política obsesionada con los viejos esquemas de control y poder.
El PAN, PRD y MC apuestan por ejemplo a Ricardo Anaya, un joven ambicioso “sembrador” de sospechas en el transcurso de su corta y exitosa carrera como lo relacionado con la Fundación “Por más humanismo” que según la revista Proceso, sirvió para triangular recursos y enriquecer a empresarios queretanos de filiación panista y a sus creadores que incluye a dicho precandidato.
Anaya es un político a quien la propia nomenclatura azul elevó hasta alturas inconcebibles y después no supieron que hacer con él al grado que algunos de los más destacados e históricos militantes prefirieron abandonar la organización creándose así la profunda división ahora observada…y no se trata solo de Margarita Zavala o Felipe Calderón sino otros que como Vicente Fox abiertamente actúan a favor del PRI.
La precampaña en cuestión muestra asimismo subdesarrollo, carencia de ética, incluso ingenuidad, sobre todo en el tricolor que se vio obligado a adoptar a José Antonio Meade, uno de los tecnócratas mejor logrados por el capitalismo salvaje cuyo paso por los distintos cargos fue factor fundamental para acrecentar la pobreza de las mayorías aunque él trate de negarlo frente a la realidad lacerante de millones de familias.
Una referencia, solo una: los mentados “gasolinazos” cuyas consecuencias le son reclamadas en cada escenario donde aparece por más que sus voceros pretendan ocultarlo.
Por cierto que Meade cerrará su precampaña en el estado de México bajo el cobijo del gobernador Alfredo del Mazo quien seguramente lo recibirá con “monstruosa” concentración que justifique de alguna forma su errada nominación.
AMLO EL OBJETIVO
Pero esta precampaña presidencial hábilmente operada por el INE también tuvo (y tiene) el objetivo de satanizar y aun destruir la imagen y popularidad de López Obrador.
En este sentido está “científicamente” comprobado que el supremo gobierno acude a todos los medios, sin embargo la estrategia no resulta (ni resultará, como dijo don teofilito), y la mejor evidencia son las incontables encuestas que favorecen y con mucho, al tabasqueño. Y ni modo que sea invento.
Desde luego que columnistas y “analistas” oficiales pretenden desvirtuar lo que debe ser doloroso golpe a sus intereses monetarios relacionados con el poder. Es cosa de observar la rabia con la que mencionan a AMLO y la tendenciosa interpretación de su incesante ascenso en las preferencias electorales. Están tan cegados que no aceptan la realidad y en el sufrimiento han de llevar la penitencia. ¡Órale!.
UN “BRONCO” EN ESCENA
De manera que el objetivo central del supremo gobierno es la destrucción de AMLO y se agotan las posibilidades de lograrlo. No es de extrañar entonces que Jaime Rodríguez Calderón “El bronco” sea utilizado como opción alterna. Este peladito de hablar fácil y grosero encuadra en la estrategia del insulto provocador que podría inducir a un desgaste innecesario del abanderado de MORENA.
La aparición de “El bronco” en medios de amplia cobertura, sin límite de tiempo, en horario especial y seguro a gran costo, hace suponer que el ex gobernador está considerado para la próxima etapa contra AMLO, es decir para la campaña formal del 30 de marzo al 27 de junio.
¿No se le hace sospechoso que el neolonés haya obtenido y aun rebasado con sospechosa facilidad la cantidad de firmas requeridas para ser declarado “candidato independiente” en tan cortísimo tiempo?.
SUCEDE QUE
No es fortuito el nombre de Felipe Garza Narváez como probable candidato de MORENA a una senaduría. Es un profesional y su capital político lo avala en cualquier escenario. Sea que no es un improvisado como algunos oportunistas acostumbrados al deleite del poder sin costo alguno. Ojo que
AMLO podría ser sorprendido por alguno de estos aventureros sin escrúpulos.
Mientras tanto y por razones fáciles de entender, Reynosa está considerada “la joya de la corona” para el PAN. Esto incluye la confrontación entre militantes distinguidos que de alguna forma debilitan a dicho partido lo cual parece no interesar demasiado a su dirigencia.
El asunto es que las diferencias entre la alcaldesa Maki Esther Ortiz Domínguez y el presunto candidato Jesús María Moreno Ibarra (qué dicen, son producto de mandato superior), podrían conducir a situaciones realmente difíciles para mantener la hegemonía azul en dicho municipio…y luego con la reaparición de Serapio Cantú Barragán (PRI) y el oportunismo de Rigoberto Garza Faz (MORENA), la cosa se pondrá “de puro peluche”. (Y no es albur).
Y hasta la próxima.
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