Agencias
Barcelona.- Poco a poco en esta temporada le están saliendo bien las cosas al Barcelona, luego de que tomara ventaja de 1-0 al Valencia en el partido de Ida de la Copa del Rey en España.
Barza, que busca su quinta final consecutiva, tuvo que esforzarse de más para poder superar a una escuadra del Valencia que vendió cara la derrota y que ahora tendrá todo en contra cuando se juegue el partido de vuelta en Mastella el próximo 8 de febrero.
Para conseguir la ventaja, El Barcelona se apoyó en su dúo ofensivo haciendo lo que mejor saben, Lionel Messi, asistiendo, y Luis Suárez, metiendo el gol.
La primera mitad fue impropia de una semifinal de Copa en un Camp Nou con apenas media entrada. El Valenciaconstruyó un muro alrededor de su área y el Barcelona jugó sin la profundidad y la rapidez precisas. Un equipo no quiso y el otro no pudo.
El conjunto azulgrana acaparó la posesión del balón en los primeros 45 minutos, un 80 por ciento, pero generalmente la usó mal. A cambio, su presión y recuperación fueron tan efectivas como suelen ser, por lo que casi toda la primera mitad se jugó en campo del Valencia, que no hizo más que despejes incontrolados.
Con todo, sólo hubo una ocasión de gol reseñable en un centro de Iniesta al que no llegó Suárez por poco. Los arqueros se marcharon al descanso con los guantes limpios y lo único que quedó fue la amarga queja del Valenciapor una brutal patada de Sergi Roberto al belga Andreas Pereira, que a ojos del árbitro sólo mereció tarjeta amarilla.
La segunda parte fue muy diferente. El Valencia presentó una cara más ambiciosa y tiró la presión más arriba. Gracias a ello, la posesión le duró más. El Barcelona pareció desconcertado durante algunos minutos y Dani Parejo probó a Jasper Cillessen desde lejos.
El conjunto local reaccionó de la mano de Messi, quien decidió echarse a las espaldas a su equipo. Primero, con una falta que despejó Jaume Domenech. Y segundo, con la jugada que decidió el primer partido de la semifinal.
A los 66 minutos, el argentino realizó una jugada prodigiosa y llegó hasta la línea de fondo, desde donde sirvió un magnífico centro que contó con el preciso cabezazo de Suárez para marcar un tanto de enorme valor.
El Barcelona intensificó su dominio, transformado en acoso con el paso de los minutos, y asedió el arco rival en busca de un tanto que podría resultar casi definitivo para la eliminatoria. No lo logró y el Valencia se salvó.
El equipo de Marcelino García Toral logró el objetivo primario de dejar abierta la eliminatoria para intentar remontar en casa. Pero un 1-0 es un resultado lleno de veneno. Para el Barcelona, campeón de las últimas tres ediciones de Copa, es oro puro.
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