Luis Torre Aliyan
Cd. Victoria, Tamaulipas.- Que cerca de trescientas organizaciones se reúnan en el Ángel de la Independencia para decir a una sola voz que se reforme el artículo 102 constitucional para que por fin en México tengamos una Fiscalía General de la República ajena a cualquier partido político, autónoma y eficaz, no debería de ser cosa menor.
Me explico: En cualquier país desarrollado o que aspire a un desarrollo sustentable en el corto plazo, un sector muy amplio de la población estuviera enterado y apoyando tan importante planteamiento en materia de Estado de Derecho, pero no, tal parece que en México no hay ese apetito ciudadano porque realmente haya cambios de fondo. La cuenta de Twitter del Movimiento Reforma 102, no tiene ni 500 seguidores, caray, es increíbl.
Es más, comienzo con usted, estimado lector, ¿Sabe a qué fueron trescientas organizaciones al Ángel de la Independencia hace unos días? ¿Por qué es necesaria en México una Fiscalía autónoma y eficaz? ¿Por qué urge la reforma al 102 constitucional?
Y no ¿eh?, ni la COPARMEX, ni el IMCO, ni Transparencia Mexicana, ni Mexicanos contra la Corrupción, ni el Abogado Amigo, pretendemos que usted haga un curso de leyes, entienda a fondo el tema y contribuya así con la redacción de la reforma, a lo único que aspiramos es a que haya un mínimo de interés de la sociedad en los grandes temas de México.
El movimiento #Reforma102 lo que pretende es que los candidatos presidenciales demuestren su capacidad de liderazgo y acción: aquí y ahora, es decir, que se comprometan ya, así, en su calidad de simples aspirantes, a influir en los legisladores de sus partidos para que antes de que cierre el actual periodo legislativo, nuestra Constitución dé un borrón a la anacrónica Procuraduría General de la República y abra paso a una Fiscalía Independiente, totalmente ajena al Poder Ejecutivo, para que cuente así con la fuerza suficiente para abatir los altos niveles de impunidad, no sólo en materia de corrupción, sino que se castigue el delito y esto incida en recuperar poco a poco la seguridad del país.
¿Sí se da cuenta del tamaño de la propuesta? No esperaremos a ver el tamaño de su compromiso una vez que llegue el ganador a la Presidencia. Es aquí y ahora. Y se trata, no de medir la eficiencia de la retórica de los aspirantes presidenciales sino su capacidad de persuasión en los actuales congresistas de sus partidos para hacer que las cosas sucedan, en el caso, que la reforma al 102 constitucional, como dije, sea una realidad antes del último día de este periodo legislativo.
En fin. Así como lo dijo nuestro presidente nacional de Coparmex, Gustavo de Hoyos Walther, en junio de 2016 en el propio Ángel de la Independencia cuando pugnábamos por la construcción del Sistema Nacional Anticorrupción: “Que no se confunda nuestro mensaje: no es una lucha contra los políticos, es una lucha de los ciudadanos en contra de la corrupción”; creo que hoy con este reto que lanzamos tanto a Anaya, como a Meade y a López Obrador aplicaría algo similar: Que no se confunda nuestro mensaje, no es una lucha contra los precandidatos, es una lucha de los ciudadanos en contra de la rampante impunidad.
Si en realidad queremos un México mejor, solo juntos.
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