Por José Gregorio Aguilar
Ciudad Victoria, Tamaulipas.- Aunque durante Semana Santa gran cantidad de personas salen a las playas a vacacionar, los templos católicos no quedan vacíos, afirmó el Obispo de la Diócesis de Victoria Antonio González Sánchez.
El dirigente religioso basó su afirmación en la extraordinaria afluencia de fieles que asisten a dos de las festividades más importantes de la Semana Mayor: la Misa Crismal y la Procesión del Silencio.
“Yo me baso en dos cosas, en la Misa Crismal la catedral siempre está llena y en la Procesión de Silencio, que según cálculos van como 10 mil personas; me parece que a pesar de que muchos andan fuera es buena la participación de la gente en Semana Santa”, aseguró el obispo.
Admitió sin embargo que muchas familias salen de la ciudad para ir a la playa o a otros centros turísticos en lugar de quedarse para participar en la celebración litúrgica más importante de la Iglesia Católica.
Por ello, alentó a los fieles católicos a participar de la Semana Santa “en donde quiera que se encuentren y aun aquellos que salgan de vacaciones”.
González Sánchez se abstuvo de criticar a la gente que sale a divertirse en lugar de asistir a los oficios religiosos propios de la Semana Santa y opinó que irse de vacaciones en estos días es decisión de cada persona.
“Cada quien es libre de hacer lo que quiera. Ir a la playa no es bueno ni malo, ojalá donde estén se den un tiempo sobre todo en los últimos días de la Semana Santa, para reflexionar, pensar lo que realmente estamos celebrando, lo que estamos recordando, la pasión, muerte y resurrección de Cristo y las personas que anden en un lugar donde haya cerca una iglesia ojalá participen de la celebración eucarística”, expresó.
Después de presidir la bendición de los ramos en las afueras de la Catedral de Sagrado Corazón de Jesús, el jefe de la Iglesia católica proclamó ante más de mil asistentes al Colegio Antonio Repiso, el Evangelio de San Mateo que comprende desde la Ultima Cena hasta la Crucifixión de Jesús y cuya lectura duró casi veinte minutos.
Desde el púlpito el Obispo convocó al pueblo católico a flexionar sobre el verdadero significado y sentido de esta tradición religiosa que culmina con el domingo más importante del año: el domingo de Resurrección.
A los fieles católicos, les dejó la siguiente pregunta: “Como recibo a Jesús?, no de palabra, con hechos; cómo recibo a Jesús en mi vida diaria, cómo recibo a Jesús en mi trato con los demás. Que eso sea nuestra vivencia de la Semana Santa, de la Semana Mayor”.
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