Por José Gregorio Aguilar
Ciudad Victoria, Tamaulipas.- A pesar de que la Arquidiócesis Primada de México trabaja en un protocolo de seguridad para sus templos, que contempla que contempla botones de pánico o cámaras de circuito cerrado, el Obispo de la Diócesis de Victoria Antonio González Sánchez descartó por el momento adoptar esas medidas.
“Por lo pronto no, vamos a ver más adelante”.
Dijo que si no se tomaron esas medidas de seguridad luego de la desaparición del padre Carlos Ornelas, menos ahora, y argumentó que lo que le ocurrió al sacerdote le ha pasado a muchos ciudadanos, y la iglesia como parte de una sociedad también está en las manos de Dios.
“Los sacerdotes, al igual que los ciudadanos, forman parte de una sociedad, y al igual que ellos los misioneros religiosos ponen su destino en las manos de Dios”.
González Sánchez sostuvo que los clérigos, religiosos y todo aquel que predica el evangelio y que sale a las calles a hablar de Cristo a la gente, están expuestos a los mismos riesgos que un ciudadano común.
De tal manera que ni siquiera en aquellas iglesias ubicadas en zonas rurales o alejadas de la cabecera municipal, con mayores posibilidades de riesgo, se adoptarán protocolos de seguridad, comentó.
Asimismo dijo que después del secuestro del padre Carlos Ornelas y de la misa que se ofició en una parroquia de Jiménez ya se hubieran tomado esas medidas, sin embargo el tema ni siquiera está expuesto en la mesa de la Diócesis a su cargo.
“No, no, ninguna medida, nosotros solamente confiamos en Dios; por lo pronto no se adoptaran esas medidas, vamos a ver más delante”, concluyó.
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