Fernando Acuña Piñeiro
Cd. Victoria, Tamaulipas.- Nueve meses atrás, todo iba bien, en la senda del panista que quiere ser el nuevo jefe de Los Pinos. Todo marchaba viento en popa, hasta que se le ocurrió enfrentarse con el Presidente de la República.
Lo desafió, lo minimizó, lo traicionó. Se le olvidó, (lamentable error), que un jefe de Estado, por más débil que parezca, es muy poderoso y puede echar mano de mil recursos, cuando decide castigar la deslealtad de una figura política, como la de Anaya, expuesta por sus escándalos de corrupción, y su carácter de candidato presidencial.
Hoy, por más esfuerzos que algunos mediadores están haciendo, la reconciliación de Anaya- Peña Nieto, es impensable.
Desterrado del Olimpo, que representa un factor de primer orden, la situación actual de Anaya, es simplemente, desesperante. Ya se dio cuenta que, los debates por si solos, no lo van a llevar al triunfo. Ya le cayó el veinte que, sus habilidades retóricas son papel moneda sin sustento, y representan simples golpes publicitarios, expuestos al mercado volátil de las percepciones.
La esencia de la lucha por el poder, responde a otras claves, muy diferentes: una de ellas, por cierto, está herméticamente cerrada para Anaya, y se llama Enrique Peña Nieto. Pero hay otras, de las cuales, se sabe que, Ricky Ricón, ya paró la oreja.
Se trata de las gubernaturas azules, esas cuyo peso específico, representan su único capital constante y sonante, pero que, a juzgar por la reciente adhesión del gobernador Silvano Aureoles a Meade, no estarían tan seguras, en las alforjas del Frente.
Ello explica que, Anaya haya viajado recientemente a Quintana Roo, para tratar de sujetar el respaldo del gobernador Carlos Joaquín González. RAC anda muy nervioso, con mayor razón, si Meade no va a declinar a su favor, sino todo lo contrario, en las próximas semanas, va a tratar de agandallarle alianzas, como la de Aureoles. Y se sabe que, van por más.
Últimamente, Anaya ha tratado de articular la grilla empresarial, en contra de AMLO y del propio Meade, utilizándolos como fuerza de presión contra el Presidente Peña Nieto, para que ordene la declinación del candidato priista. Pero no ha logrado los resultados esperados.
En el caso de MORENA y de su candidato, la IP, está dividida, y son muchos los que ahora creen que López Obrador, es un proyecto viable, y va a respetarles sus capitales. El fantasma de la expropiación ya ha sido diluido y atajado por el propio AMLO. En cuanto a la declinación de Meade, el gobierno peñista, está usando su influencia, para reforzar el respaldo a su candidato.
Otro factor que, en las próximas semanas, va a estar provocando incomodidad en el equipo anayista, es la fuerza que parece ir tomando la campaña de Margarita Zavala, misma que está haciendo uso de las viejas lealtades calderonistas, y está amarrando apoyos de ex secretarios y ex gobernadores, fieles a su causa.
Por lo demás, de acuerdo al análisis imperante en el escenario nacional, mientras que, Anaya y Meade sigan combatiendo a AMLO, con las viejas estrategias de 2006 y de 2012, difícilmente van a bajarlo de su privilegiada posición, como puntero de la carrera presidencial.
En los primeros días de Mayo, aparecerán las encuestas, donde se evidenciará lo erróneo que resultó atacarlo en montón, durante el primer debate. Como ya lo he escrito en otras ocasiones, el pueblo de México, se solidariza con la víctima, no con sus agresores.
Al concluir el primer debate, Anaya ha dicho que va por el voto útil del PRI, pero la verdad es que, Meade y el Presidente Peña Nieto no se han rendido, y en las próximas semanas echarán todo el resto, en materia de recursos, a favor del candidato externo. Estas medidas incluyen la posibilidad de “convencer” a algunos mandatarios del PAN para su causa. En los próximos días, comprobaremos, que tan sólida es la unidad de los gobernadores azules donde, desde luego, pesa mucho el hecho de que, del lado del peñismo, les estarían ofreciendo bondades de corte presupuestal.
Por ahora, a casi sesenta días de la elección, sigue pesando mucho la amenaza que Ricardo Anaya le hizo al Presidente de la república Peña Nieto. Le dijo que si ganaba, lo iba a meter a la cárcel. Anaya pensó en voz alta. En contraste, AMLO ha dicho que, la política no se hace a partir de las venganzas.
En determinado momento de la contienda, usted por quien cree que, Los Pinos se va a inclinar? ¿Por un personaje ambicioso y vengativo como Anaya? O por un candidato de MORENA, que no tiene dobleces, y se ha mantenido firme en sus planteamientos, como es el caso de Andrés Manuel?
Lo dicho: el pecado original de Anaya, es haber lanzado una amenaza crucial contra el Presidente de la república. El aliado número uno de la lucha por el poder, no está de su lado.
PREPARAN UN MITIN GIGANTESCO PARA AMLO EN EL SUR
La visita de Andrés Manuel López Obrador al sólido sur, nos dicen, será motivo para una de sus más grandes demostraciones de fuerza en Tamaulipas. Para nadie es un secreto que, el voto a favor de MORENA y de sus candidatos ha crecido mucho en las últimas semanas, a tal grado que, este partido es el que está compitiendo con el PAN, por el primer lugar.
Se sabe también que, candidatos como el doctor Américo Villarreal Guerra, trae asegurada ya una cantidad de apoyos que lo colocan en el segundo lugar de las encuestas en el estado, solo por debajo de Ismael García Cabeza de Vaca.
De seguir así la tendencia, es casi seguro que, el prestigiado cardiólogo tamaulipeco, tenga asegurado ya un escaño en el Congreso de la Unión, por la vía de la primera minoría. Circunstancia que, de combinarse con el triunfo obradorista el primero de julio próximo, lo convertiría en el portador de los beneficios sociales, anunciados por el nuevo régimen de AMLO en nuestro estado.
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