Max Ávila
*El columnista es autor de las novelas: “Erase un periodista” y “Rinconada, la historia prohibida del maestro Ricardo” y Premio Nacional de Periodismo 2016.
Cd. Victoria, Tamaulipas.- Aquella canción sobre el viejo amor “que ni se olvida ni se deja”, bien queda en el renovado enamoramiento entre PRI y PAN cuyas evidencias son detectadas por la opinión pública, incluso por algunos editorialistas de indiscutible credibilidad.
Se trata de poner en práctica lo que pudiera ser poderosa opción para evitar que AMLO gane la presidencia de la república. Es decir, de establecer una alianza de facto bajo la consideración de que ni Anaya ni Meade en forma aislada lograrán el triunfo. Desde luego que la apuesta sería a favor del abanderado panista por obvias y sobradas razones.
No es ocioso insistir que el sistema está dispuesto a todo con tal de eliminar al tabasqueño. “Y todo es todo”, como diría el culto del pueblo.
Es de creer entonces que pronto la seducción PRI-PAN se convertirá en otro escándalo dentro de este inédito proceso que trae de cabeza al régimen tricolor y sus aliados.
Usted preguntará, “¿pero cómo y de parte de quién?”. Es de suponer que mucho tiene que ver Carlos Salinas de Gortari cuyo acelerado activismo político logró reunir a las partes y establecer el compromiso justo en la fecha de su cumpleaños, donde y para los efectos correspondientes hubo una “encerrona” entre Diego Fernández de Cevallos y el presidente Peña Nieto.
Ahora hay explicación sobre la ausencia de José Antonio Meade en dicho festejo quien seguramente estaba enterado y prefirió hacerse el desaparecido para evitar una más de las tantas penas sufridas en esta todavía incipiente campaña.
La ocasión fue propicia y de alguna manera disfrazada ya que el convivio no fue organizado por CSG ni su familia sino ofrecido por Quirino Ordaz, gobernador de Sinaloa. Por ello no extraña que “El jefe” Diego solo acudiera a la charla con EPN y no se interesara en disfrutar ni los brindis ni los platillos ahí degustados, según declaró a los periodistas que le cuestionaron sobre su intempestiva desaparición.
Una prueba más de que el matrimonio PRI-PAN va en serio es que el supremo gobierno bajó el tono del hostigamiento judicial hacia Anaya, mientras las baterías siguen disparando contra AMLO bajo cualquier e infantil pretexto.
Bien dicen que entre los sentimientos inocultables está el amor. Y más cuando los rumores “empiezan a invadir al barrio”. Solo falta lo que diga la militancia del PRI (la auténtica, la buena) que ante la disyuntiva sin duda se identificaría más con AMLO que con Anaya.
¿DEBATE O BULLYING?
Es fácil adivinar que el debate del próximo domingo se convertirá en ataque masivo contra López Obrador. Será la oportunidad de algunos que suponen de esta manera obtener puntos y al mismo tiempo cumplir con la consigna de “ablandar” al tabasqueño.
Nada más alejado de la realidad cuando todavía no entienden que golpear a AMLO significa agredir a los millones de mexicas que lo apoyan y mantienen por sobre el 40 por ciento de la preferencia electoral.
A propo, como que Reforma enmendó la plana publicando este miércoles su última encuesta que coloca a López Obrador con notable ventaja sobre su adversario más cercano (48 contra 26 de Anaya). Más alejado Meade quien permanece estancado en 18 puntos, Margarita con 5 y “El bronco” apenas con 3.
Quedamos en que AMLO será víctima de bullying y habrá oportunidad de comprobarlo con el formato impuesto por el INE y la actitud de quienes moderarán el evento sobre todo no perder de vista a Denise Maerker y Azucena Uresti. La primera “encendida” crítica desde siempre de AMLO y la segunda, (una guapura de mujer, pero inexperta y de “pocas luces” académicas), obediente solo del mandato de su jefe Carlos Marín, otro de los pasionales enemigos del abanderado de MORENA.
Que no suceda lo que en el debate por el gobierno de la CDMX cuyo protagonismo de Javier Solórzano echó a perder el evento y todo por disminuir las propuestas de Claudia Sheinbaum a favor de Mikel, Arreola y la Barrales.
SUCEDE QUE
Oiga que en las elecciones que se avecinan y salvo unos dos o tres municipios, al PRI no le alcanzará ni “pa’l repechaje”. Eso incluye la fórmula al senado de la república. Es lo que señalan las primeras encuestas. Y más vale que lo creamos.
Y hasta la próxima.
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