Por Pegaso
Reynosa, Tamaulipas.- El doctor le dice a su paciente:
-Señor, usted padece de cleptomanía galopante.
-¿Y me puede recetar algo?
-Con mucho gusto, cuando me devuelva mi bolígrafo.
Recién leí -después de mi vuelo vespertino- la nota que fue publicada en medios nacionales hace aproximadamente diez meses sobre la solicitud de liberación del ex gobernador de Veracruz, Javier Duarte de Ochoa porque padece cleptomanía.
Sí. Durante el proceso penal que se le sigue como consecuencia de las mil y una fechorías que cometió cuando estaba en el poder, su abogado, de nombre Pablo Campuzano, esgrimió como argumento para solicitar su libertad condicional que su cliente padece cleptomanía.
Y entre el cúmulo de pruebas que presentó está la clasificación que hace la Organización Mundial de la Salud (OMS) de éste trastorno, al que califica de grave.
De acuerdo con el leguleyo, Duarte sufre de cleptomanía desde pequeño por culpa de un trauma infantil que le provoca una compulsión incontrolable de robar, aun cuando no tenga necesidad.
¡Habrase visto tal desfachatez! Ahora resulta que todos los políticos que roban tendrán a su disposición una nueva herramienta jurídica para salir de sus cargos más puros que un seminarista.
¡Imagínense si se genera jurisprudencia!
«Lamentablemente miles de personas padecen esta enfermedad, la cual se caracteriza porque el afectado no roba por dolo o necesidad, sino porque su cerebro tiene un desperfecto que le produce una sensación de robar para calmar una extrema ansiedad que se origina por diversas reacciones químicas que dañan su cerebro», -puntualiza el letrado que defiende o defendía a Duarte.
Yo digo, salvo mejor opinión, que todo aquel aspirante a un cargo de elección popular, desde Presidente de la República hasta Regidor debe pasar por un examen psicológico para ver si no arrastra trastornos mentales importantes.
A estas alturas ser joto en las altas esferas del poder en México ya no es novedad, como lo asegura Rafael Loret de Mola al referirse a la Cofradía de la Mano Caída, pero ¿cleptómano?
Ya me imagino en seis años: El señor Fulano, que sustrajo miles de millones de pesos del erario público durante su gestión como Presidente de la República ha sido absuelto de todo cargo por padecer cleptomanía.
Por eso mejor nos quedamos con el refrán estilo Pegaso que dice: «¡Abstente de causar mácula en tal superficie!» (¡No manches!)
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