Felipe Martínez Chávez
Cd. Victoria, Tamaulipas.- En el ejercicio público hay de bandidos a bandidos. Los hay dejados, tontos y sin iniciativa, pero también vivillos y simpáticos capaces de arrebatar la soga de sus verdugos.
En la revisión de cuentas del ejercicio 2016, ayuntamientos, la Auditoría Superior del Estado reprobó a 39, pasó a siete con salvedad y solo uno aprobó el manejo de los dineros del erario como Dios y la Ley mandan.
¿Quién es el ex alcalde honesto, el único de Tamaulipas que ejerció hasta septiembre del 2016?. No lo sabemos, solo que es de Aldama.
En el lado opuesto están los deshonestos, los tracaleros que se robaron hasta la Bandera Nacional y, si no se llevaron el inmueble de presidencia es porque no pudieron con él.
Del lado de los corruptos está Don Juan Andrés Díaz Cruz, el tulteco que con sus transas fue a tocar dos veces las puertas del penal de Tamatán a partir de octubre del 2016.
Desde entonces se le conoce como El Duarte de Tamaulipas. Así lo manifestaba su sucesor Antonio «Toño Láminas» Leija Villarreal en tanto hacía las cuenta del saqueo del presupuesto de Andrés, su esposa Lucía y sus hijas mayores.
Láminas calculaba que Juanito y los suyos se embolsaron cuando menos 40 millones de pesos, incluyendo tres por la construcción de casas de la SEDATU, que se «perdieron». Carmelo, Lucía y compañía se «chuparon» la lana.
La Auditoría Superior de la Federación encontró a Díaz irregularidades en 15 proyectos por ocho millones de pesos. Algunos no se cumplieron por lo que los auditores decidieron fincarle responsabilidades.
En octubre y todavía en diciembre del 2016 el Pueblo Mágico estaba en tinieblas porque el edil dejó una trácala de tres millones de pesos con la CFE.
«Tula estará en manos de la Procuraduría General de Justicias», repetía una y otra vez el presidente de la Comisión de Vigilancia de Auditoría, Joaquín Antonio Hernández Correa.
Cabe advertir que el Auditor de los vientos del cambio, Jorge Espino Ascanio, es duro y está actuando con apego a la Ley.
Reprobó la misma cuenta del Gobierno del Estado por carecer de comprobación de gastos por cinco mil 198 millones de pesos.
Las únicas cuentas que «pasaron» fueron la del Congreso del Estado (aunque con 5.2 millones de pesos no solventados) y el Poder Judicial (786 mil pesos no justificados).
En total los ayuntamientos dejaron lana pendiente por comprobar por ocho mil 343 millones.
Siguen pendientes y los fiscalizadores detrás de los pillos, fuera de Aldama.
De los organismos descentralizados, los únicos que «pasaron» fueron el DIF estatal y uno llamado Colegio San Juan, de Matamoros.
La Comisión de Agua Potable de la Zona Conurbada del sur reprobó con 40 observaciones por 233 millones.
Entre otros organismos, sigue «péndulo» el Instituto del Deporte de Tamaulipas que dirige el «Gigoló de la Cascajal», el Instituto de la Mujer, Zoológico de Tamatán, Servicios de Salud, el Ipsset, etc.
Si el señor Espino se aplica, como parece que tiene la instrucción, mascarán barrote en Tamatán (o el nuevo penal de la carretera a El Mante) algunos ex funcionarios y funcionarios estatales, también de las Comapas y de municipios como Casas, San Carlos, Padilla, Miquihuana y Cruillas.
Decíamos siguen pendientes 39 ayuntamientos. Para julio, después de las elecciones, la Auditoría y los diputados volverán a sacar los papeles para ver cómo andamos.
La gran sorpresa en ese costal de pillos será una: Ya no está el principal, el cabecilla que dejó temblando la tesorería tulteca . El «sistema» lo ha premiado y le entrega para él solicito y su familia, el mismo municipio. Para que se lo acabe, si gana.
Desde la segunda esquina del poder en Ciudad Victoria, se acordó meter en un solo tubo a panistas y no panistas que hicieron ganar a Láminas, y los priístas del ala corrupta.
En la macolla juntaron a Leija, el mismo que demandó a su antecesor, y al señor Díaz Cruz con todos sus males, como jefe de la campaña.
Decidieron que el candidato fuera un presunto independiente llamado Ilich Vladimir Coronado Posadas, a quien le impusieron su planilla.
En tercera posición va Lucía Báez Martínez, la esposa de Juan Andrés y dos veces presidenta del DIF de Tula, distinguida por acaparar terrenos propiedad municipal, quien lleva como suplente a su secretaria Adelaida Cobos Camacho.
El perdón llegó de la noche a la mañana cuando Juan y cómplices hacían «parches» para tapar irregularidades y comenzaban a construir, por su cuenta, las casas que se pillaron.
Fue un perdón total. En el amasiato la planilla quedó completada con otros tricolores como Bonifacio Herrera Guerrero, que va como cuarto regidor, y en el quinto Maura Jeneth Carpio Torres.
Esto ha generado protestas y la garantía de que, en Tula, la elección municipal no será ganada por el PAN.
Cuando todavía no arrancan las campañas, lo único que está asegurado es que el PAN y sus socios priístas van a una segura derrota, aun con todo el presupuesto que ya destina el alcalde Leija Villarreal.
Mala faena se disponen a dar los azules. Se dejaron llevar por las promesas de los pilluelos. Lo casi seguro es que ganará Doña Ana María Moctezuma Alonzo, de la alianza de Don Peje. La comunidad ya no quiere saber más de deshonestos.
Los hermanos Díaz Cruz y sus cuadros priístas, son los responsables de preparar la campaña que a partir del 14 de mayo arrancará el joven Coronado.
Este miércoles el alcalde capitalino Oscar Almaraz Smer realizó gira de trabajo por cinco escuelas, supervisando el arranque de acciones que forman parte del programa de obra municipal 2017-2018, como la secundaria número 9, jardín de Niños Gabriela Mistral, secundaria número 2, jardín Emiliano Zapata y secundaria Técnica No. 1.
Ya se veía venir. Se va Enrique Ochoa Reza y llega René Juárez Cisneros a la dirigencia nacional del PRI ¿qué consecuencias va a tener en Tamaulipas? Mañana lo analizaremos.
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