Por José Gregorio Aguilar
Cd. Victoria, Tamaulipas.- Las altas temperaturas que superan los 40 grados centígrados durante el actual período de “canícula” están causando estragos en la salud de los choferes del transporte público de la capital de Tamaulipas, quienes tienen un alto riesgo de sufrir golpes de calor y otros padecimientos asociados a la temporada.
El presidente de la Asociación de Transportistas de Victoria, Pedro García Silva indicó que muchos operadores están deshidratados debido al sofocante calor y los fuertes rayos solares a los que también se exponen, puesto que pasan largas horas manejando vehículos en donde la temperatura es incluso mayor que la del medio ambiente.
Algunos choferes que tienen problemas de presión arterial, aparte de agua llevan pastillas o beben refrescos para sentirse mejor, porque de ninguna manera pueden abandonar su jornada de trabajo.
El dirigente dijo que esa es una situación con la que han aprendido a lidiar y han logrado sobrellevar las condiciones climatológicas de la mejor forma posible.
“Se ayudan con pastillas para la presión, tomando agua y refrescos, sobre todo mucho líquido, porque no hay de otra. Ellos tienen que trabajar todo el día, cada cinco minutos sale una unidad de la terminal para que el servicio se preste normalmente”.
García Silva añadió que en la terminal de los microbuses rojos los concesionarios cuentan con todo lo necesario para que los trabajadores del volante se hidraten, hasta regaderas, pero difícilmente se pueden bañar en virtud de que disponen de poco tiempo antes de volver a salir a ruta, ya que deben esperar a equilibrar su temperatura antes de meterse al agua, o de lo contrario pueden ser víctimas de un golpe de calor u otro padecimiento.
“Están deshidratados y uno los entiende. En las terminales nosotros tenemos lo necesario para que se hidraten, hasta regaderas. ¿Pero tú crees?… llegar bien calientes, durar 20 minutos en la terminal y luego salir, bañarte y volver a salir; tú mismo estás provocando que sufran un golpe de calor”.
Admitió que las altas temperaturas, la presión, el congestionamiento vehicular y todo lo que en su odisea laboral enfrentan los trabajadores del volante puede influir en su ánimo, de manera que a veces pueden aparentar estar de mal humor.
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