Max Ávila
* El columnista es autor de las novelas “Erase un periodista” y “Rinconada, la historia prohibida del maestro Ricardo” y Premio Nacional de Periodismo 2016.
Cd. Victoria, Tamaulipas.- Peña Nieto es criticado por su ausencia de las tragedias provocadas por las lluvias en Sinaloa, Sonora, Guanajuato y Michoacán, entre otros lugares.
Por esos días de angustia para miles de mexicas, el presidente prefirió participar en festejos realizados en el estado de México, donde fue aplaudido hasta el cansancio por sus paisanos, amigos, parientes y miembros de su partido.
Y después decidió pasarla bien en New York, con el pretexto de probable participación en la asamblea de la ONU, donde se dieron cita 130 jefes de estado más.
De manera que importante, lo que se dice importante, este último evento no lo fue, a pesar de su estrella principal, Donald Trump.
En este sentido, el escribidor considera que EPN acudió en calidad de “relleno”, lo cual además de indigno, es altamente lastimoso y pue-que hasta cruel, por el morbo que significa representar a uno de los gobiernos más corruptos del mundo-mundial.
Y ni modo que sea invento.
Usted dirá que su visita a la ONU fue más bien simbólica, considerando que quizá sea la última ocasión en que acuda como presidente. Y tal vez tenga razón.
Sin embargo, el hecho es indicio de que Peña Nieto se dejó llevar, una vez más, por el glamur que envuelve a la alta diplomacia practicada por lo general, entre bebidas de sofisticada elaboración, regalos, abrazos, risas y deseos de que al planeta le vaya bien, cuando los diplomáticos justo hacen lo posible para que el hambre, violencia e injusticia social persistan.
De manera que en la ONU se hace la guerra y no la paz, porque así conviene a los poderosos fabricantes de armas, siempre dispuestos a negociar al mismo tiempo con las partes en pugna.
Pues en ese escenario apareció Peña Nieto, cuando miles reclaman su presencia en el centro de la tragedia que azota la república.
Sus asesores decidieron que debía lucirse, (con todo y el monumental avión pagado por los contribuyentes), donde apreciaran su buen gusto por viajar a placer junto a decenas de invitados, familiares y “cuates”, antes que ensuciarse los zapatos entre el fango de poblaciones destruidas, no solo por la naturaleza, sino por la irresponsabilidad oficial.
Quedamos en que EPN prefirió codearse con la hipócrita diplomacia internacional, antes que acudir en auxilio de mexicanos en desgracia.
Allá en New York, seguramente refirió proezas realizadas en un país que no existe, porque el México real no corresponde a la forma y manera en que “gobernó”.
Recordéis que en el discurso oficial no caben, corrupción, inseguridad, pobreza ni discriminación…los cuatro jinetes de la Apocalipsis que azotan la república.
ROBAR ES UN PLACER
Ya sabéis que siendo presidente de México el paisano Emilio Portes Gil en 1929, se fundó el Partido Nacional Revolucionario (PNR), que después se convertiría en PRM (Partido de la Revolución Mexicana).
Ambas organizaciones antecedentes del PRI.
Pues bien, no sobra decir que dicho partido tuvo inicios delincuenciales. Y no por parte de quienes lo dirigieron o surgieron hacia cargos en la administración pública.
Sino porque desde entonces, los priistas en conjunto se apropiaron de los colores patrios, sin más derecho que el uso de la fuerza e impunidad institucionalizada.
Ahora, 89 años después los priistas se asustan por la iniciativa que rola en la cámara de diputados, bajo el objetivo de que regresen tales colores a su dueña original, es decir, a la nación mexicana.
Y debe suceder, porque es una arbitrariedad que aprovechando el poder, el PRI también se haya robado parte de la soberanía representada por los colores que simbolizan el esfuerzo histórico por lograr la calidad republicana que hoy ostenta.
Por supuesto la dirigencia del PRI se opone, alegando que su partido fue primero en derecho, respecto del uso de los colores en cuestión.
¡Hágame el recabrón favor!.
Como si los priistas hubieran hecho posible la Independencia, Reforma o la Revolución de 1910.
La iniciativa para que el PRI pierda sus colores “toma cuerpo” entre la mayoría del congreso, y no dudéis que pronto se apruebe, agregando una desgracia más a la soberbia de un partido que se creyó inmortal o invencible, que pa’l caso es lo mismo.
SUCEDE QUE
A nivel local y de acuerdo a las evidencias, se vislumbra el primer escándalo con el manejo administrativo actual de COMAPA. Las instrucciones son precisas y surtirán efectos inmediatos en la egolatría de quienes aún “dirigen” dicho organismo.
La función está a punto de empezar.
Y hasta la próxima.
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