Por José Gregorio Aguilar
Cd. Victoria, Tamaulipas.- A pesar de que en el sexenio de Enrique Peña Nieto 26 sacerdotes fueron asesinados y dos fueron desaparecidos, el obispo de la diócesis de Victoria Antonio González Sánchez indicó que la violencia no ha alcanzado a la Iglesia católica, al menos no a la de la zona centro de Tamaulipas.
Dijo que con excepción de la desaparición del padre Carlos Órnelas Puga en el 2013, quien fue “levantado” cuando terminó de oficiar misa en la iglesia de “Los Cinco Señores” del municipio de Jiménez, no se ha registrado ningún otro caso asociado a la inseguridad.
No obstante, González Sánchez refirió que el hecho de que casi todos los días se cometen asesinatos, extorsiones y secuestros en la entidad es una realidad que no se puede ocultar.
“A la iglesia no le ha pasado pero a la ciudadanía sí, o sea, a nosotros gracias a Dios, salvo lo del padre Carlos hace cinco años es lo único que como sacerdotes nos ha pasado, pero ustedes que trabajan en los medios saben que tristemente en Victoria casi a diario hay asesinatos y siguen los secuestros y las extorsiones”.
Refirió que al igual que la sociedad en general los sacerdotes tienen la esperanza de que las nuevas estrategias de seguridad del gobierno de Andrés Manuel López Obrador sean más efectivas que las que hasta ahora se han aplicado para combatir la inusitada y progresiva escalada de violencia que afecta a casi todo el país.
“Es una realidad que creo no podemos tapar, y sí, lo he dicho: cuando inicia un nuevo gobierno en la ciudadanía y en nosotros como sacerdotes, nos incluimos, renace la esperanza de que las cosas cambien, que la situación mejore”, concluyó el obispo de Victoria.
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