Felipe Martínez Chávez
Cd. Victoria, Tamaulipas.- Se despidió de todos, compañeros, amigos, ciudadanía tamaulipeca y de la prensa en especial, pero no dijo las causas que lo orillaron a renunciar.
Con el mismo misterio con que llegó, Don Miguel Ángel Chávez García colgó los guantes y abandonó la jefatura del IETAM donde permaneció por algo más de un año.
“Me retiro con la satisfacción de dejar un Instituto sólido”, escribió en su carta de despedida.
Su última declaración de prensa fue que a más tardar el 12 de enero quedarán instalados por completo los consejos municipales y distritales (lo cual no alcanzará a ver). Luego renunció (seguro que ya tenía elaborada la renuncia).
Experimentado como nadie, con una maestría en Procesos e Instituciones Electorales, es de los pocos elementos que han hecho carrera en ese medio. Ingresó al sistema electoral en 1991, del que ahora está jubilado. Los últimos 28 años ha estado metido en el tema.
Abandonó el barco cuando está en marcha un proceso que requiere a los mejores expertos ¿qué fue lo que pasó?, ¿se enojó porque le redujeron el sueldo?, ¿no gustó en Palacio la compra de once vehículos cuando hay austeridad?, ¿está enfermo?.
En edad física no es viejo. Nació el 8 de mayo de 1956.
Trasciende que la verdad, la verdad es que Don Miguel está enfermo y pronto será sometido una intervención quirúrgica “X”. No quiso interrumpir la marcha de los preparativos de las elecciones de junio del 2019.
Ahora se vendrá otro problema para nombrar al sucesor. Se entiende que es función del Instituto Nacional Electoral, primero para un interino y luego para el definitivo, ¿qué harán?.
Más valdría que los consejeros nacionales “dedearan” a alguien para ejercer del uno de enero al último de septiembre. No se debe cambiar penco a mitad del río. Son riesgos que no se deben de correr.
Se necesita una persona enterada de los preparativos y avances para culminar en la renovación del Congreso del Estado. ¿Como quién?, ¿alguien que ya es consejera?. No lo sabemos pero se da la coyuntura para que en esta ocasión, ahora sí, intervengan los morenistas ¿lo van a hacer?.
No se inventa el hilo negro. Los partidos en el poder, cualquiera que sea, buscan controlar las instancias todas así se trate de órganos “autónomos” como el Instituto Electoral.
Sin abandonar el tema, ahora sabemos por el portal de Transparencia que el ex jefe del Tribunal Electoral, Don Osiris Sánchez Rivas se fue “cuajado” de lana cuando el Senado de la República lo echó del cargo.
Decimos que lo echó porque el hombre quería seguir chupando del presupuesto. Se enlistó para una reelección que no llegó. Le faltó “músculo” de recomendaciones.
Como que le agarró sabor al caldito. Los privilegios económicos son muchos y cada vez llegan más.
Hasta vehículos les tiene que proporcionar el gobierno, el erario, o sea el bolsillo de los causantes. Don Osiris traía una Tahoe 2016 con gasolina ilimitada y servicios, arrendada a una empresa.
Con razón la alta burocracia de los órganos electorales se queja de la austeridad republicana que pregona el presidente López Obrador.
Los señores del TRIELTAM gozan de vehículo oficial ¿lo merecen?, ¿es justo?, ¿es moral?. El respetable que paga puntualmente sus impuestos ya se cansó, no tarda en explotar.
Decíamos que se fue cuajado. Más de un melón de pesos en su chequera.
El puro “haber de retiro” sumó 685 mil del águila, más el “bono” por el “proceso electoral” de julio, 211 mil varos; más 45 mil de la parte proporcional del aguinaldo de este 2018 y la respectiva compe de 105 mil. Suficiente lana para no sobarse la espalda en la litigada mientras llega al favorcito de algún compadre para seguir en la nómina oficial.
Ya solo falta que alguien diga que sigue cobrando sin chambear.
A estas posiciones llegan ineptos e ineptas por la sola recomendación de compadres, parientes o amigos. Para no ir muy lejos, quién dijo que una tal Heladia Hernández Rojas tiene la capacidad para dirigir el órgano jurisdiccional en Tamaulipas? Con razón cada vez más el TRIFE les tiene que corregir el camino. La docta ignorancia. No rebuznan porque Dios es muy grande.
La improvisación e ineptitud dominan ese colegiado por obra y gracia de los partidos políticos. Es el tradicional reparto del botín.
Por cierto, en el juego por las diputaciones locales van siete partidos políticos. Quedan fuera dos de los que participaron hace dos años, el PES y PANAL (aunque apelaron a los tribunales, es difícil una reconsideración).
Como sabemos, Encuentro Social es un organismo religioso, es el de los cristianos, en tanto que Nueva Alianza tiene su origen en el magisterio. En Tamaulipas, el líder de la Sección 30 del SNTE es el jefe partidista.
Jugarán el PAN, PRI, MORENA, PRD, MC, PT y el Verde Ecologista. Los primeros tres con posibilidades de ganar; los últimos cuatro van sobre una derrota anunciada, si juegan solos.
Es por eso que desde a hora se sabe que pretenden hacer alianzas. El del Trabajo se quiere asociar con los morenos, en tanto que los del Movimiento Ciudadano podrían quedar, otra vez, con Acción Nacional. Los perredistas (locales) se pintarían de azul.
No porque haya menos van a alcanzar más en el reparto del subsidio permanente o para la jornada electoral.
Si vamos con otras cuestiones, dice bien la decisión del ayuntamiento de Victoria de laborar el 31 de diciembre y uno de enero en la recolección de basura. Es algo inédito. El sector público siempre se toma esos días, llueva o truene. También trabajaron el 24 y 25 del presente.
Los servidores del Gobierno del Estado y otras instituciones reanudarán actividades hasta el lunes 7.
Finaliza el 2018. Cerramos estos comentarios con los mejores deseos para lectores (y no lectores) por el 2019 que comienza, que sin duda nos traerá novedades políticas. Es año electoral.
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