Por Antonio Arratia Tirado
Cd. Victoria, Tamaulipas.- Apenas un día después del triunfo histórico de Andrés Manuel López Obrador, en Tamaulipas Morena hizo lo que mejor sabe hacer: luchar entre sí, en espera de algún pedacito de poder que les pueda caer sin haber luchado por conseguirlo a ras de suelo.
La marcha a que este domingo fueron convocados los morenistas para celebrar el triunfo presidencial terminó en una grotesca disputa por los espacios, aparentemente infiltrada por “reventadores”, de esos que siempre ganan a río revuelto.
En el trayecto del 17 Carrera Torres al parque del Paseo Méndez, donde confluiría la marcha de morenistas y de la población civil, la Bandera Nacional quedó en medio de una gresca verbal y de manotazos cuyos incitadores muy pronto se delataron entre sí: el presidente del consejo político estatal de Morena José Antonio Leal Doria y el ex candidato a la alcaldía de Victoria, Eduardo Gattas.
Lo que era una marcha para celebrar el histórico triunfo de Andrés Manuel López Obrador se convirtió en una exhibición de futurismo político, en el que no estuvo ajeno el senador Américo Villarreal Anaya, quien por medio de uno de sus panegiristas (priista) hizo sonar su voz incluso en el micrófono.
Empero, el pleito verdadero era entre Leal Doria y Eduardo Gattas, quien llevó consigo unos 50 simpatizantes que, sin empacho alguno admitieron que ellos no iban en apoyo a Morena sino del ex candidato a la alcaldía de Victoria.
Ya en el uso del micrófono, Leal Doria continuó el enfrentamiento verbal con Gattas y sus seguidores con el nada velado reproche: “digamos no a los oportunistas”.
Los ánimos, ya de por sí exacerbados empezaron a caldearse, porque la respuesta del grupo de Gattas llegó de inmediato, por voz de un representante de los jubilados y pensionados que reclamó que en su discurso López Obrador no se haya referido a las condiciones que enfrenta ese sector.
Así, el que sería un evento festivo fue descarrilado, se ignora si a pedido de alguien o simplemente por los exorbitados apetitos de poder de los grupos internos.
Parecía que todo terminaría en un enfrentamiento incluso a golpes, dada la extraña ira que invadía a algunos (pocos) simpatizantes de Eduardo Gattas y a la intolerancia de Leal Doria cuyo discurso distaba de ser incluyente.
Por fortuna para unos y otros, el coordinador del Frente Amplio Tamaulipas, Antonio Macías Ruiz tomó el micrófono y consiguió apaciguar los ánimos de los bandos en conflicto.
Abogado y académico de la Universidad Autónoma de Tamaulipas, Macías Ruiz se puso por encima de los afanes políticos y, como maestro regañando a sus alumnos, convocó a todos a la unidad y a perdonarse los respectivos agravios de la tarde.
Protagonista de la lucha estudiantil del 68 y parte del grupo que luchó por la autonomía de la UAT, Antonio Macías Ruiz recordó a todos el motivo principal que los reunió ahí.
Les pidió elevar la mira y ayudar a López Obrador con la enorme carga que se echó encima.
También los invocó a crear ciudadanía y a no causar problemas a un presidente que necesitó más de 15 años de lucha para llegar a Palacio Nacional, en medio de encarnizados ataques de sus enemigos políticos.
Las huestes de Gattas se replegaban y empezaron a bajar los puños.
Un prestigiado abogado -sin partido y proveniente de la sociedad civil- los estaba apaciguando. Con cara de pocos amigos, ya sin el micrófono en la mano, Leal Doria asistía a un peculiar evento, parecido a un circo donde un personaje de la sociedad civil la hacía de encantador de serpientes.
Hablaba y hablaba poniendo siempre por delante la ayuda que necesita López Obrador.
Cuando entregó el micrófono a un propagandista de Américo Villarreal Anaya, el grupo de Eduardo Gattas emprendió la retirada.
En el camino, quizás inconscientemente, el personaje que reclamó a voz en cuello el que López Obrador no haya mencionado a los jubilados y pensionados, confirmó quién era el que concitaba su apoyo.
Y a ese que iban a apoyar no era precisamente al nuevo Presidente de México.
-Nosotros venimos a apoyar a Lalo Gattas, a nadie más –respondió a la pregunta el secretario general de jubilados y pensionados de la delegación D-IV de la Sección 30 del SNTE, Rodolfo Garza López.
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