Max Ávila
* El columnista es autor de las novelas “Erase un periodista” y “Rinconada, la historia prohibida del maestro Ricardo” y Premio Nacional de Periodismo 2016.
Cd. Victoria, Tamaulipas.- Tal vez no importe, sin embargo el escribidor está en la obligación de ofrecer disculpas por la ausencia que se prolongó más allá de lo programado. Motivos y causas no faltaron… ya ve usted lo impredecible de una existencia que se va o mejor dicho, que está en lista de espera, que pa’l caso es lo mismo.
El asunto es que estamos de regreso agradecidos por su generosidad y tolerancia.
Dicho lo anterior reflexionemos sobre la resistencia que enfrenta el gobierno de la Cuarta Transformación.
La actitud de la derecha y la reacción no es novedosa. Ha sucedido a lo largo de la historia en los países que buscan nuevo caminos de desarrollo y aplicación de la justicia social.
El de la voz supone que en principio, lo más difícil para AMLO ya pasó considerando que la oposición no logró unificarse en su totalidad y de esta forma convocar la intervención internacional sin escrúpulos nacionalistas de ninguna especie.
Lo ex dueños de México lo intentaron pero no les fue posible, acostumbrados como están (¿o estaban?), a no arriesgar más allá de intereses institucionalizados por la palabra y obra de los presidentes surgidos del neoliberalismo.
El sistema integrado por organizaciones de interés y el poder, decidieron la propiedad del país cuando menos desde Miguel de la Madrid a Peña Nieto.
Y en dicho lapso se engendró y disparó la desgracia nacional…Y ni modo que sea invento.
Y por supuesto que a la reacción asusta algunas medidas oficiales que sin ellas sería imposible avanzar hacia donde la sociedad lo demanda. Y conste que tales medidas no son radicales sino de mero trámite para allanar el camino hacia la justicia social.
¿EXCESO DE TOLERANCIA?
Muchos mexicanos desearíamos que la marcha fuera más aprisa. Que a estas alturas estuvieran a juicio algunos responsables del saqueo imposible de ocultar.
No entendemos porqué el gobierno pospone esta exigencia exenta de cualquier consulta. Recordéis que el daño asciende a unos setenta millones de pobres y un país devastado en lo fundamental.
Existen nombres y apellidos. Además pruebas y evidencias derivadas de organismos oficiales como la Auditoría Superior de la Federación. Casos de corrupción indefendibles por obvias y sobradas razones, sobre los que se debiera actuar sin contemplaciones que confundan el objetivo de pacificar en lo social, con debilidad política.
No sería perder el tiempo en confrontaciones, como señala AMLO, sino ratificar la confianza de que la justicia es pareja, sea sin dejar rendija a la impunidad.
De suceder que los responsables del saqueo disfruten a plenitud de lo mal habido, estaríamos ante una doble ofensa contra los mexicanos cuando eso de los “chivos expiatorios” más bien parece un pretexto para no actuar en consecuencia.
AMLO sostuvo en campaña que en el combate a la corrupción debiera “barrerse de arriba hacia abajo”. Y la mayoría de los nacionales creemos que es tiempo de iniciar esta asepsia que urge a México.
Cierto es que asuntos no menores son atendidos con la prontitud a que obliga el desastre, pero lo uno no obsta para lo otro.
El no actuar en este sentido implica la pérdida de respeto a la institución presidencial. Y lo estamos viendo cuando ex presidentes como Fox y Calderón, al igual que otros personajes de la política y el sector empresarial tienden toda clase de trampas al ejecutivo federal debilitando no solo su imagen, sino condicionando el ejercicio de su responsabilidad.
Pareciera que en esta confusión se fortalece la reacción…pareciera por el sensacionalismo mediático utilizado en el intento de ridiculizar al supremo gobierno.
Hace falta entonces, una respuesta presidencial que defina de qué lado está la razón y la justicia. Y sobre todo que recuerde a quienes aún no lo entienden, que el poder popular es indivisible a pesar de las provocaciones no contenidas ante cualquier insinuación o pretexto.
En concreto, el gobierno de la república está obligado a llevar a juicio a los responsables del desastre. Y si puede empezar cuanto antes por Fox, Calderón y EPN, “muncho que mejor” diría el ranchero.
He dicho.
SUCEDE QUE
Debido a su apatía y mediocridad, la dirigencia estatal de MORENA inevitablemente será rebasada por el Frente Amplio creado como organización alterna cuyos integrantes, encabezados por Héctor “El negro” Domínguez, están más que probados en la lucha política. Ojo con Joaquín Olea Vázquez, Toño Macías o Elías Orozco. Héroes de la resistencia civil.
El Frente es un grupo que viene “con todo y por todo”. Es la oportunidad histórica negada durante décadas. Y si no, pa’l baile vamos.
Y hasta la próxima.
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