Jorge Bladimir Joch González
Cd. Victoria, Tamaulipas.- Optimistas, negativos, timoratos, buscapleitos y “amarra navajas” son las opciones que tienen los mexicanos todos los días, y en la medida que aumentan las descalificaciones de las gentes del poder hacia los ex funcionarios y empresarios, “la gente de a pie” empieza a desesperarse.
Porque son los mexicanos que luchan todos los días por un sustento los que ven lejos que lleguen los beneficios que les ofrecieron cuando les pidieron su voto para cambiar las cosas en el país, pues si bien es cierto que no se hacen de la noche a la mañana si ven con desaliento que hay grupos de poder que hacen escándalo y cometen delitos y son los que reciben beneficios como ocurre con los integrantes de la CNTE o quienes propician huelgas alentados por agitadores, que no tienen otro propósito que empoderarse y cambiar o desaparecer membretes obreros y de las clases medias populares que han funcionado en concordancia con otros partidos políticos distintos al que hoy gobierna.
Son buenos los cambios naturalmente siempre y cuando tengan como meta beneficiar a las grandes mayorias y no a pandillas o camarillas forjadas en las luchas políticas o con la venia del poder, porque eso no llevara a la meta anhelada a los mexicanos pero si empoderara a quienes sueñan con el control total del país.
Por eso seguramente habrá quien se pregunte porque el senador Napoleòn Gomez Urrutia, que se ostenta como dirigente del sindicato minero en donde sus miembros le reclaman 55 millones de dólares de indemnización que no repartió y tuvo que irse a Canadà, estuvo atizando las huelgas en Matamoros poniendo en riesgo miles de empleos con el propósito de disminuir o desaparecer a los membretes obreros de la CTM y de las Maquiladoras, pues su meta ya la dio a conocer y es la Central Internacional Obrera a la que espera sumar todos los membretes obreros con el respaldo oficial.
Hasta ahora los liderazgos que podrían ser afectados no han presentado batalla, y quizá no lo harán si consideran que no tienen el apoyo de los agremiados para hacerlo, o “tienen cola que les pisen”.
De todas formas se pierde tiempo, dinero y esfuerzo, y las metas de crecimiento del país nadie puede pronosticarlas, y no debemos olvidar que si no hay inversiones no habrá crecimiento económico, y si no hay crecimiento económico no habrá empleos.
Y los mexicanos “hacen changuitos” para que quienes tienen la gran responsabilidad de conducir el paìs lo hagan privilegiando acuerdos que eviten la polarización que traerà mas temprano que tarde el enfrentamiento entre hermanos.
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