Por Felipe Martínez Chávez
Cd. Victoria, Tamaulipas.- Nació revolucionario y lo sigue siendo. A los 16 años se incorporó -en la clandestinidad- a las juventudes rebeldes del Partido Comunista.
Pronto cumplirá los 87. Vio la luz en Ciudad Victoria el 29 de junio de 1932.
Pablo Sánchez Puga fue diputado federal por Tamaulipas en el trienio 1982-85 (52 legislatura), el último auténtico obrero que llegó a la cámara baja para luchar por los suyos.
Es el último también de la “línea dura” cetemista de la segunda mitad del siglo pasado en Ciudad Victoria. Figuró al lado de elementos como Vicente Huerta,
Javier Ferretiz de la Tejera, Dionisio L. Zárate, Guzmán Gallardo, Jacobo de León, Jesús Elías Piña.
La opinión de Pablo sobre el Día del Trabajo que acaba de transcurrir: “No es para descansar, debe ser violento y con oratoria incendiaria”.
Luchador social nato, en la capital de Tamaulipas hizo mancuerna con otra gestora incansable de las causas populares, su esposa María Luisa Galindo, ya fallecida, ligada al Partido Revolucionario Institucional.
Con honestidad a toda prueba, Pablo sigue en activo. Dirige la Organización Campesina Revolucionaria Emiliano Zapata, Tierra y Libertad, con influencia en ejidos de Ciudad Fernández y Río Verde, San Luis Potosí.
No es militante de Morena pero simpatiza con el proyecto de Andrés Manuel López Obrador, conoce al equipo, a sus colaboradores de cuando se desligaron del PRI.
Dice:
-Es el momento de cambiar a México. Hay mucha necesidad, hambre, miseria, desocupación, falta de educación. Son enfermedades que se van a curar con este y otros gobiernos.
Su retrospectiva de los años del priísmo y panismo:
-Nuestro pueblo llenó de la política de pan y circo, de esa política de cuates y amigos, de atole con el dedo. El pueblo despertó y fue sabio. No debemos perder el rumbo.
HACERLO DIPUTADO, DECISION DE DON FIDEL VELAZQUEZ
Sánchez Puga fue candidato a diputado de mayoría por el Partido Socialista de los Trabajadores (PST), IV distrito, Ciudad Victoria, pero al mismo tiempo incluido en la lista plurinominal.
Compañero de legislatura de Heriberto Batres García, Roberto González Barba, Manuel Cavazos Lerma, Martha Chávez Padrón, entre otros.
-¿Cómo nació la candidatura?.
-En aquel tiempo venía como candidato del PRI una persona desconocida que parece que era de Yucatán. Era de la CNC y lo mandaba el líder Víctor Cervera Pacheco. Como muchos, aterrizó con el veliz en la mano preguntando en dónde estaba el partido, y hubo descontento.
Aunque él no lo menciona, el enviado por la CNC era Abdón Martínez Hinojosa, señalado en la época como uno de los choferes del líder Cervera (ganó con la fuerza del partido).
Previo a las campañas, el Partido Mexicano de los Trabajadores, el Partido Socialista y el Popular Socialista le ofrecieron a Sánchez hacerlo candidato como opción para aprovechar el descontento priista.
Cetemista disciplinado, se fue a ver a don Fidel Velázquez, el dirigente del sector obrero. Le informó de la proposición de las izquierdas.
-Le comenté que me proponían para ese cargo. Me preguntó si había seguridad de llegar y, al final, me dijo: Está bien, acepte.
Lo postularon. Llevaba buena amistad con Rafael Aguilar Talamantes, con Heberto Castillo, los líderes de la izquierda mexicana de esa época.
Ganó la plurinominal y participó en la bancada obrera cetemista, sin desligarse de los partidos que lo llevaron a la Cámara. “Luchamos incansablemente para ayudar a nuestra clase obrera, al pueblo”.
Al mismo tiempo se desempeñaba como secretario de Conflictos del Sindicato Nacional de Trabajadores del Autotransporte “FernandoAmilpa”, que lo comisionaba por diversas partes del país, hasta que le dieron una buena temporada en San Luis Potosí, donde comenzó a enterarse no solo de los problemas obreros sino del campesinado.
Terminada la gestión legislativa el sindicato lo mandó definitivamente a tierras potosinas y fue así que fincó raíces en Río Verde y Fernández.
-Había muchísima pobreza y me metí de lleno a los problemas agrícolas, empezamos a formar la Organización Campesina Revolucionaria, que no persigue fines de lucro. Ayudamos a los sin voz, discapacitados, enfermos, a los que nada tienen.
Se había desligado de Tamaulipas.
FORMARON SINDICATOS DE LUCHA EN TAMAULIPAS
Recuerda Pablo las acciones obreras en Ciudad Victoria y la región. Formaron sindicatos. El que más tiene presente es el de empresas gaseras de la capital, que se realizó después de 15 días de enfrentamientos con los patrones.
Junto con Huerta, Zárate, Ferretiz, Guzmán y otros, a quienes califica como “personas honestas” crearon sindicatos de defensa de los trabajadores en Ocampo, Xicoténcatl, El Mante, González, Altamira, Tampico y Madero.
A ellos se debe la Unión de Transportistas de Tampico y Madero, entonces dirigida por Fermín Narváez y Maclovio Viales.
-¿Eran la línea dura cetemista.
-Exacto, de izquierda como le llamamos algunos. Mucha lealtad y lucha.
-¿Vicente Huerta?
-Sí. Perteneció a panaderos y, por su lealtad en un problema interno con el sindicato, se separó pero siguió liderando.
-¿Muchas huelgas?, ¿cuál recuerda?
-Muchísimas. La última fue esa del sindicato del gas que duró 14 días, y se logró registrar el sindicato. Es una delegación del Fernando Amilpa. Igualmente estuvimos en el gremio de gasolineros, choferes. Me tocó constituir el de Comercio con su primer secretario Carlos Segura.
-¿Nunca en el Partido Comunista?
-No, no. Nos separamos cuando ya entramos a los sindicatos. Y seguimos, estemos donde estemos no podemos cambiar. Venimos de la entraña del pueblo y es el pueblo el que tiene que defender al pueblo.
-¿Alguna represión en esa época?, ¿cárcel por sus ideas?.
-Sí, sí, en aquellos años había represión. Los comunistas andaban siempre en la clandestinidad y muy precavidos todos. Nos tocó de jóvenes conocer a muchísimos de ellos.
Del gremio cetemista local tiene presentes a Yépez, Juan Medrano, Aurelio Delgado, de henequeneros; Jacobo López; Heliodoro “El Chachalaco” y Jacobo de León Velázquez; “eran de izquierda, hechura del compañero Huerta, un hombre muy luchador”.
-Don Guadalupe Puga ¿andaba por ahí?
-De la época. Me decía pariente. Era de albañiles.
-Apenas hace unos días fue el Día del Trabajo ¿hay algo qué festejar?.
-La clase obrera participábamos el primero de mayo con el criterio de los hombres de izquierda, de que no debe ser un día de fiesta ni de luto, debe ser un día de protesta. Que no sea un día de descanso obligatorio, debe ser un día violento en el discurso, la oratoria debe ser incendiaria, revivir aquellos abusos del capitalismo explotador.
-¿Cómo eran los desfiles obreros?
-Culminaban en la Plaza Primero de Mayo en 19 y20 Guerrero y Bravo. Ahí se hacían los mítines de la Federación de Trabajadores de Ciudad Victoria.
-El obrerismo ¿ya se acabó?
-Necesitamos que el dirigente esté comprometido con su pueblo, con la clase obrera, que sea un dirigente honesto.
-¿Se corrompieron?
-Sí, el oficialismo ha ayudado mucho a corromper la mentalidad de muchos trabajadores.
-Conoce a la gente del gobierno morenista?
-Sí. Nos conocen y los conocemos. Podemos decir con toda franqueza que los conocemos de cuando yo estuve en el Distrito Federal. Tenemos que reconocer a Cuauhtémoc Cárdenas, Porfirio Muñoz Ledo, a Camacho Solís, Andrés Manuel, que fueron priístas y el choque de ellos vino cuando llegaron los tecnócratas con Miguel de la Madrid y Salinas. Los conocemos desde hace muchos años.
-¿Hay confianza en el gobierno de López Obrador?
-Cómo no, muchísima confianza. Es un hombre que conoce la vida, viene de la entraña del pueblo. Es un hombre humilde, juarista, zapatista, cardenista, nacionalista ciento por ciento. Lo conocemos.
Fuimos priistas en aquellos años pero siempre, nuestro ideal, nuestro pensamiento nunca ha cambiado porque venimos de abajo.
-El grupo zapatista ¿están en algún partido?
-No, nuestra organización es del pueblo, pero sí obligados a tocar puertas del gobierno de que se trate para conseguir para aquellas que personas que necesitan. Hemos logrado ayudar para mucha gente.
Ahora, Don Pablo Sánchez Puga hace una recomendación a los dirigentes y militantes de Morena:
-Me gustaría mucho, muchísimo que los nuevos dirigentes de Morena se entreguen verdaderamente a la lucha con toda honestidad, que su pensamiento no se corrompa porque vivimos para que hagamos historia, y que nuestro recuerdo sea de lealtad como la alcanzaron para la inmortalidad Juárez, Zapata, Lázaro Cárdenas, que defendieron al pueblo y los intereses dela nación
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