Jorge Bladimir Joch González
Cd. Victoria, Tamaulipas.- Sin duda el Presidente Andrés Manuel López Obrador tiene las mejores intenciones de que las cosas cambien para bien del país, pero cuantos de su equipo para lograrlo están dispuestos a imitarlo?.
Porque en la práctica la mayoría de los Secretarios solo reciben “tachas” porque actúan con prepotencia o son timoratos a la hora en que debe hacerse presente el Estado de Derecho.
Y haciendo cuentas a seis meses de iniciada la Cuarta Transformación puede decirse que ni “Superman” podría hacerlo solo como lo viene haciendo el Presidente, que tiene que salir al paso de problemas de cualquier tipo porque los que deberían hacerlo “cuidan imagen” o temen ser desmentidos públicamente.
Lo que nos lleva a pensar que con improvisaciones no puede concretarse el rumbo para tener el México que deseamos la gran mayoría de los mexicanos, y así el tiempo se consume y la desesperación de los creyentes aumenta.
Ojalá que quienes tienen responsabilidades en el equipo gubernamental traten de cumplirlas y no solo calentar la silla para tener un buen salario y reflectores, porque de esos hay muchos y ni siquiera hay que buscarlos.
Cierto es que muchas cosas andan mal y hay que corregirlas, pero a medio año de iniciado el nuevo régimen federal, no es válido solo culpar al pasado porque ya debe notarse el presente.
La corrupción y la impunidad encabezan la lista de males contra los que hay que “vacunar” a México, pero debe notarse que el “barco” transita en esa dirección y que el equipo del capitán está vivo, y no solo “nada de muertito” para librarse de golpes y críticas de adentro y de afuera.
Pero lo que más deben cuidar los altos funcionarios federales no es solo quedar bien con el Presidente sino con las sociedad civil, evitando acciones que hagan sentir que hay mexicanos de primera y de segunda, como ocurrió el fin de semana con la titular de SEMARNAT Josefa González Blanco Ortiz Mena, que retraso un vuelo en el aeropuerto de la Ciudad de México porque ella tenía que tomar ese avión, cosa que ni el propio Presidente ha hecho.
Debe haber sido sin duda muy importante el viaje de la titular de la SEMARNAT, pero el resto de los pasajeros del avión que también pagaron su boleto y necesitaban estar en su destino no tienen la culpa.
Y el Presidente López Obrador acorde a lo que pregona, aceptó la renuncia de la Secretaria del Medio Ambiente un día después de registrarse el penoso incidente en el que se vio involucrada.
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