Por Agencias
Nueva York.- El régimen de Donald Trump está preparando campos de concentración para migrantes, incluyendo menores, continúa sin ubicar a miles de niños que separó de sus padres, advierte que mantendrá a familias enteras presas y, en violación abierta de las leyes de asilo nacional e internacional, deportará casi de inmediato a miles más de refugiados a México, todo mientras continúa sus operaciones de persecución interna de comunidades inmigrantes a lo largo del país.
La crueldad es la base de la política migratoria de este gobierno denuncian una y otra vez defensores de derechos humanos, de libertades civiles, abogados de migración y una amplia gama de legisladores y otros políticos.
Una experta en “campos de concentración” de los nazis y otros países, Andrea Pitzer, comentó a Esquire que parte de la respuesta del gobierno de Trump al flujo migratorio es “lo que yo llamaría un sistema de campos de concentración… y la definición de eso… es la detención masiva de civiles sin un juicio”.
Por cierto, se reveló la semana pasada que el gobierno de Trump usará una base militar en Oklahoma que fue un campo de concentración para japoneses-americanos internados durante la Segunda Guerra Mundial para detener unos mil 400 niños inmigrantes no acompañados.
Y hablando de niños, el New York Times reportó sobre el más joven de los niños inmigrantes separados de sus padres: Constantin, un bebé de 4 meses quien, cuando finalmente fue retornado, había vivido ya la mayoría de su vida apartado de sus padres quienes habían intentado migrar desde Romania (son de la comunidad minoritaria Roma) a través de México. Hasta la fecha las autoridades no han explicado porqué separaron a la familia.
El hecho de que aún no se sabe el número preciso de niños separados a la fuerza de sus padres después de ser detenidos al cruzar la frontera sigue asombrando a defensores de derechos humanos tanto dentro como fuera del país.
Aunque unas 2 mil 800 familias han sido reunificadas bajo orden judicial, a principios de este año inspectores federales reportaron que el régimen de Trump probablemente había separado a miles más familias de lo que antes se registró y por ahora aún se desconoce cuándo, dónde ni quiénes son. Aún hay padres que hoy pasarán otro día y noche sin saber dónde están sus hijos.
Hoy, ante la sede de la Organización de Naciones Unidas en Ginebra, una delegación que incluyó a Randi Weingarten, la presidenta del gremio nacional American Federation of Teachers, su contraparte Alfonso Cepeda Salas, secretario general del SNTE, junto con activistas de Families Belong Together llamaron a que el gobierno estadunidense reunifique a todas las familias y repitieron su consigna de “Aulas no jaulas”. (David Brooks/La Jornada/Ap).
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