Max Ávila
* El columnista es Premio Nacional de Periodismo 2016, autor de las novelas “Erase un Periodista” y “Rinconada, la historia prohibida del maestro Ricardo” y del libro de cuentos, “Por acá dejó su alma”.
Cd. Victoria, Tamaulipas.- Hasta críticos y adversarios del régimen federal, reconocen que la ceremonia del “grito” de la noche del 15 de septiembre, fue austera, republicana y con gran sentido democrático.
Acreditan por ello a López Obrador el rescate de los valores históricos y nacionalistas, perdidos durante muchos años, por efectos de la frivolidad y el narcisismo de los presidentes neoliberales.
Y es que desde Miguel de la Madrid hasta Peña Nieto, dicha ceremonia se convirtió en una pasarela para el ejecutivo en turno y su familia, cuya arrogancia no conocía límites, sobre todo cuando se encontraban ante la gran masa popular
Ahora fue un acto modesto aunque de enorme impacto, incluso internacional, donde AMLO mostró sus cualidades de líder social sin paralelo en los tiempos modernos.
Las cien mil y pico de personas que acudieron al zócalo, lo hicieron por tradición ciertamente, sin embargo la fiesta independentista se convirtió en un acto de apoyo y solidaridad inolvidable, por lo emocionante y auténtico, hacia quien, a menos de un año de su gobierno, ha dado muestras de que la transformación del país va en serio.
De manera que hasta los adversarios y críticos (no todos por supuesto, porque los hay demasiado pasionales, rabiosos, engreídos, agresivos y rencorosos), aceptan la diferencia de este “grito” encabezado por AMLO, y los anteriores que entre lujo y vanidad, servían solo para el lucimiento de “la monarquía” presidencial.
Y ni modo que sea invento, cuando por los pasillos de palacio, la pareja presidencial transitaba entre aplausos y postraciones, tanto de invitados como de funcionarios. ¡Cómo virreyes pues!.
Recordéis que el colmo lo significaron EPN y Angélica Rivera. Él agradeciendo “a mano alzada” lo vítores de la corte. Ella, luciendo atuendos de fino gusto y costo oscilante entre 100 mil y 300 mil pesos, con cargo desde luego, a las finanzas nacionales.
Pero todo eso acabó, al rescatarse la austeridad republicana juarista.
Y ello lo saben los mexicas que la noche del domingo anterior acudieron, no solo a presenciar la fiesta tradicional, sino a ratificarle a AMLO su incondicional apoyo en la lucha contra la corrupción y la inmoralidad política.
Entre quienes han hecho pública su opinión respecto de dicho acto y “las vivas” de AMLO, están: el empresario Claudio X. González (“lo que sigue es la unidad nacional, aun en las diferencias”), Diego Fernández de Cevallos (“es la mejor ceremonia que he visto en mi vida, fue austera y republicana”), Joaquín López Dóriga, (“Fue un grito diferente, me gustó”). Y Denise Dresser, en términos parecidos.
Por otra parte, es una lástima que las mayorías de MORENA en el congreso no estén a la altura de López Obrador. Sea que ni Mario Delgado Carrillo (diputados), ni Ricardo Monreal Ávila (senadores), cuentan con la suficiente capacidad para sacar adelante iniciativas del ejecutivo con la urgencia requerida.
Sin proponérselo, seguramente, pero no dejan de obstaculizar la Cuarta Transformación.
Y VAN POR MÁS EX FUNCIONARIOS
Mientras tanto el subsecretario Alejandro Encinas, declara lo esperado por las familias de los 43 normalistas desaparecidos de Ayotzinapa. Es decir, las denuncias ante la Fiscalía General contra el ex procurador Jesús Murillo Karam, el ex director de la Agencia de investigación criminal Tomás Zerón y José Aarón Pérez, ex responsable de la unidad especial del caso.
Se trata de eliminar la llamada “verdad histórica”, plagada de errores, mentiras, falsos testimonios y una actitud oficial llevada al extremo de la irresponsabilidad, mediante la cual el gobierno de EPN pretendió eludir toda culpa en los terribles hechos.
Las investigaciones del caso se complican, tras la determinación del poder judicial de liberar a decenas de presuntos involucrados, al parecer, sin justificación que lo amerite, lo cual causa indignación al ejecutivo y familiares de los desaparecidos.
El mismo juez ha favorecido a 77, los últimos de ellos, aprovechando el último “puente”.
De concretarse que la fiscalía llame a cuentas a los ex funcionarios mencionados, es probable que la investigación se oriente por caminos que conduzcan a la verdad cierta y no a la inventada.
Es compromiso de AMLO llevar ante la justicia, a los responsables de lo sucedido entre la noche del 26 de septiembre y la madrugada de 27 del 2014, aunque lo más importante sigue siendo localizar a los jóvenes vivos, que es lo deseable, o bien sus restos.
“¿Y cuándo le tocará a Peña Nieto?”, nos preguntamos.
SUCEDE QUE
No se confundan. La ley de amnistía será para pobres e inocentes, víctimas de la injusticia neoliberal. No se trata de proteger a políticos ni a culpables de delitos graves, y menos a corruptos reconocidos.
A nivel local, la reelección de Blanca Valles Rodríguez como líder de la burocracia estatal, sorprende no por su vocación de servicio ampliamente comprobada, sino por las circunstancias que privan en la entidad. Desde luego, el escribidor le desea el mayor éxito.
Blanquita es sobreviviente del estilo humano de hacer política.
Y hasta la próxima.
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